Seguros y pensiones para todos

Productos de inversión según tus objetivos

Productos de inversión según tus objetivos

Inicio > Inversión > Productos de inversión > Productos de inversión según tus objetivos

Correr un maratón, dar la vuelta al mundo, hacer un máster, conseguir 5.000 seguidores en Instagram, que los niños estudien fuera… Todos tenemos metas en la vida y muchas de ellas tienen algo en común, versan sobre el dinero o necesitan de él para poder cumplirse.

Del mismo modo que no empezarías una maratón esprintando o una carrera de 100 metros al trote, hay una estrategia óptima y una serie de productos de inversión adecuados a cada objetivo.

El horizonte de inversión hará que muchas de las herramientas sean comunes, pero aún así pueden existir diferencias. Te descubrimos cómo puedes utilizar la inversión para alcanzar tus objetivos y qué productos puedes usar porque recuerda: ahorrar no es suficiente para asegurar tu futuro, por lo menos el futuro con el que sueñas.

Tener una jubilación de ensueño

Este es quizás el objetivo más repetido, también porque es el único común a todo el mundo. En algún momento de tu vida vas a jubilarte y cuando lo hagas, querrás disfrutar al máximo de ese tiempo a tu manera.

Lo primero en este camino es tener claro cuánto necesitas para tener la jubilación que quieres y, a partir de ahí, trabajar para conseguirlo. Lo más importante a la hora de seleccionar los productos de inversión que vas a utilizar es que estén enfocados en el largo plazo y que aprovechen el diferimiento fiscal. En otras palabras, que no tengas que pagar impuestos de forma constante por ellos.

Ahí es donde aparecen opciones como una cartera de fondos de inversión, los PIAS, los planes de pensiones o los PPA. Todos ellos cuentan con sus ventajas y particularidades fiscales, y con todos evitarás pagar impuestos hasta el final. Así aprovecharás mejor el interés compuesto.

Puedes incluso combinar varios productos. Por ejemplo, usar un plan de pensiones para desgravar cada año, y completarlo con una cartera de fondos más agresiva y un PIAS algo más moderado que te sirva para ir cubriendo imprevistos u otros objetivos intermedios que seguro que van surgiendo por el camino.

Con todos estos productos lo que conseguirás es una cantidad de dinero para tu jubilación que después podrás utilizar como creas conveniente. Podrás convertirla en una renta si recuperas parte del dinero mes a mes, usar un porcentaje de capital para celebrar tu nueva situación con el viaje de tu vida, comprar la casa de la playa y mudarte… ¡Tú elijes!

Generar rentas

Como acabas de ver, puedes invertir para la jubilación y después transformar ese ahorro acumulado en una renta que cobres mes a mes o con la periodicidad que tú quieras. Sin embargo, cuando hablamos de generar rentas hablamos de estrategias específicamente diseñadas para cobrar un dinero cada cierto tiempo, incluso antes de jubilarte, y sin tener que desinvertir o vender tus inversiones.

¿Cómo puedes conseguirlo? A través de la inversión en dividendos. ¿Y qué son los dividendos? Cuando una empresa gana dinero, puede reinvertir el beneficio en hacer crecer su negocio o repartirlo entre sus accionistas, en cuyo caso estará entregándoles un dividendo a cuenta de los resultados. Por ejemplo, si ha ganado 100.000 euros y hay un millón de accionistas, cada uno recibirá 10 céntimos por acción.

Invertir en empresas que reparten dividendo es una forma de generar rentas y beneficiarse al mismo tiempo de la potencial subida en el precio de sus acciones. Eso sí, debes saber que cuando una compañía reparte dividendo, su valor en bolsa cae de forma proporcional al dividendo que reparte.

Con esta estrategia, recibirás un dinero en tu cuenta cada vez que las empresas en las que inviertes repartan dividendo y tendrás así una renta periódica.

Hay dos formas de implementar una estrategia de inversión en dividendo. La primera es invertir directamente en bolsa y seleccionar tú mismo las acciones. La segunda es invertir en un fondo de inversión de acumulación, que son los que reparten el dividendo que cobran.

De las dos, la segunda es más sencilla y accesible. Y es que, con menor dinero invertirás en más empresas, por lo que tu diversificación será mayor, y será un profesional quien se encargue de analizar, evaluar y localizar las mejores empresas que reparten dividendo.

Jubilarte Joven

Puedes esperar hasta los 67 años para jubilarte o intentar hacerlo antes. Hay quienes se marcan como su objetivo jubilarse a los 40 años, mientras que otros fijan el horizonte a los 50 o a los 60 años.

¿Cómo puedes conseguirlo con la inversión? Pues básicamente a través de las dos estrategias que has visto anteriormente o una combinación de ambas. Jubilarte joven implica que tus ingresos dependerán enteramente de ti, ya que hasta los 62 años no podrás cobrar la pensión pública, en el mejor de los casos.

La consecuencia inmediata es que necesitarás una buena cantidad de dinero para poder hacerlo porque el plan será vivir de las rentas, o emprender ese proyecto personal que tienes en mente desde hace años. ¿Qué cantidad? A modo de ejemplo básico, si quieres disfrutar de 2.000 euros al año necesitarás 525.000 euros como punto de partida, asumiendo una rentabilidad del 8% anual.

Una cartera de fondos puede ser un buen producto para lograr ese objetivo, teniendo en cuenta que el dinero seguirá invertido todo el tiempo. Es decir, nunca dejarás de invertir, ya que tus ingresos saldrán directamente la rentabilidad que logres con esas inversiones.

Llevar a tus hijos a la universidad que quieres

Este es un objetivo a largo plazo que muchos padres enfocan de la forma incorrecta: con productos de corto plazo.

Para que lo entiendas mejor, una cuenta de ahorro infantil es un buen instrumento de ahorro, pero no de inversión, que es lo deberías buscar a largo plazo. El dinero estará muy seguro, pero no ofrecerá ningún rendimiento a largo plazo.

Si empiezas con una aportación de 1.000 euros y después sumas 100 euros al mes, cuando el pequeño cumpla 18 años habrá 22.600 euros en la cuenta. Es un buen capital.

Sin embargo, mira lo que pasaría en ese mismo caso con una rentabilidad del 5%. Al cabo de ese mismo periodo habría 36.932,31 euros en la cuenta. Y lo mejor de todo es que a tu hijo o hija le va a dar igual lo que pase entre tanto con el dinero, que suba o baje la bolsa. Lo que verá es más dinero en su cuenta para elegir la universidad que quiera.

Una vez más, una buena cartera de fondos de inversión e incluso un PIAS pueden ayudarte a conseguirlo.

Comprar casa

España es un país de propietario y comprar casa es el sueño de muchas personas ¿También el tuyo? Pues de nuevo puedes aprovechar la inversión para lograrlo.

En este caso hay una cosa que debes tener clara antes: cuanto menor sea la hipoteca que pidas y a menos años, más ahorrarás. La razón es que en una hipoteca a largo plazo los intereses que terminarás pagando puede suponer más de la mitad del coste total de la casa. Dicho de otra forma, esa casa de 150.000 euros puede terminar costando 225.000 euros tras sumar la hipoteca.

Con esto en mente, lo ideal es primero te fijes un presupuesto para la vivienda y un plazo en el que quieres conseguirlo. Ese horizonte temporal será clave para decidir cómo invertir el dinero, aunque no tanto en qué. Dicho de otra forma, si quieres comprar tu casa en dos años, tendrás que ser más conservador en el mercado que si te fijas un plazo de 10 años, por ejemplo.

Lo que no cambian son las herramientas que puedes usar: fondos de inversión y PIAS son dos productos que te ayudarán a conseguir tu objetivo.