Es un acontecimiento que produce unos daños garantizados en la póliza hasta una determinada cuantía. Como respuesta frente al siniestro, la entidad aseguradora está obligada a satisfacer, total o parcialmente, al asegurado o a sus beneficiarios, el capital garantizado en el contrato.
Son ejemplos de siniestros los siguientes:
- Incendio que origina la destrucción total o parcial de un edificio asegurado.
- El accidente de circulación del que resultan lesiones personales o daños materiales.
- El naufragio en el que se pierde un buque o las mercancías transportadas.
- El granizo que destruye una plantación agrícola.