Productos financieros para planificar la herencia
En este mundo sólo hay dos cosas seguras, la muerte y los impuestos, aseguraba Benjamin Franklin, y ambas irán de la mano llegado el momento de dejar este mundo.
La mejor forma de ahorrar impuestos y disgustos a tus seres queridos el día que ya no estés, es planificar tu herencia. Si tu cabeza echa humo nada más escuchar estas palabras, no te preocupes, es normal.
Por un lado, tendemos a evitar todo lo que tiene que ver con la muerte y, por otro, hemos interiorizado que la planificación sucesoria y los impuestos son algo muy complejo. Nada más lejos de la realidad. Lo cierto es que la mayoría de las personas pueden organizarlo de forma sencilla con solo dos herramientas: un testamento y ciertos productos de inversión.
El testamento, herramienta clave
Lo primero que necesitas para organizar tu legado es saber cómo funcionan las herencias en España.
Con carácter general, el Código Civil establece que toda herencia se divide en tres partes iguales (en Cataluña, País Vasco, Baleares, Aragón o Galicia existen algunas diferencias). Son los denominados tercios, que se organizan de la siguiente manera:
- El tercio de la legítima, que corresponde a los herederos forzosos. ¿Y quienes son estos herederos? Por orden serían los hijos y descendientes respecto de sus padres y ascendientes; los padres y ascendientes respecto de sus hijos y descendientes; el viudo o viuda, que tendrá derecho al usufructo de una parte de la herencia; hermanos; y en caso de no haberlos, el resto de familiares. Este tercio se repartirá siempre a partes iguales entre todos los herederos forzosos.
- El tercio de mejora, que se reparte entre esos mismos herederos forzosos, pero que se puede distribuir como quieras en el testamento. En caso de no haber testamento, se dividirá también a partes iguales.
- El tercio de libre disposición, que se puede dejar a quien quieras en el testamento. Si no hay testamento, también se repartirá equitativamente entre los herederos forzosos.
Como acabas de ver, hacer un testamento es la vía para planificar tu herencia. Sin él todo se repartirá a partes iguales entre tus herederos.
Con un testamento puedes decidir cuestiones como:
- Dejar a uno de tus hijos una parte mayor de la herencia por el motivo que sea.
- Qué bienes concretos dejas a cada uno de tus hijos, siempre que respetes la división por tercios que acabas de ver.
- Legar parte de tus bienes a una tercera persona que no sea tu heredero.
- Y, lo más común, hacer un testamento “del uno para el otro y el resto para los hijos” (en caso de haberlos), con el que asegures que a tu cónyuge no le faltará de nada cuando no estés.
Hacer un testamento no es caro ni complicado. Puedes hacerlo desde poco menos de 40 euros según el Conejo General del Notariado, y ni siquiera tienes que hacer inventario de tus bienes. Lo único que necesitas es decidir qué porcentaje de tus futuros bienes dejarás a cada persona.
Por eso mismo, si tienes que elegir una herramienta para planificar la herencia, que sea hacer testamento.
Inversiones que pueden ayudarte con tu herencia
Más allá del testamento, existen otras herramientas que pueden ayudarte a ti a los tuyos llegado el momento. Se trata de determinados productos de inversión y ahorro que te facilitarán la planificación de tu herencia.
El primero son los seguros de ahorro, que se estructuran en torno a un seguro de vida y con los que puedes elegir el beneficiario en caso de fallecimiento. En otras palabras, puedes decidir quién quieres que reciba ese dinero que has ido ahorrando sin tener que indicar nada en el testamento, porque estos no forman parte de la masa hereditaria salvo que el pago de primas perjudicase los derechos de los herederos forzosos.
Además, en ese caso solo se podrán reclamar las primas del seguro, no la indemnización del seguro.
Otro producto financiero con el que planificar tu herencia son los planes de pensiones y los PPA o Plan de Previsión Asegurado. Además de ayudarte a desgravar en la declaración de la renta, estos productos también permiten designar al beneficiario en caso de fallecimiento.
En caso de heredar un plan de pensiones este capital no tributará en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, sino que lo hará en el IRPF. En este sentido, la fiscalidad de los planes de pensiones es la misma tanto si lo cobras tú como si lo hereda otra persona.
Otros productos financieros como las carteras de fondos de inversión, los fondos indexados o las acciones no disfrutan de estos beneficios. Todos ellos se incluyen dentro de la herencia y tributan en el Impuesto de Sucesiones sin que puedas elegir quien los cobrará en caso de fallecimiento.
Otros consejos útiles
Más allá del testamento y las inversiones que puedas hacer para planificar la herencia, hay algunos consejos que facilitarán la vida de tus allegados y les ayudarán a pagar menos impuestos:
Aprovechar la “plusvalía del muerto”
La plusvalía del muerto es como se denomina a la regla fiscal que se aplica a la herencia de fondos de inversión, acciones y la mayoría de productos financieros (planes de pensiones y seguros de ahorro al margen).
De forma muy resumida, la tributación de la mayoría de inversiones es la siguiente: pagas en el IRPF entre un 19% y un 26% por la ganancia patrimonial que obtengas, que es la diferencia entre el valor al que compras una acción o un fondo, y el precio al que lo vendes.
¿Qué pasa cuando herederas una acción? Que los herederos no tienen que pagar impuestos por esa ganancia en el IRPF. Para ellos el precio de compra será el valor de la acción que figure en el Impuesto de Sucesiones.
Disponer de dinero en efectivo y de en una cuenta conjunta
Esta es una forma de facilitar el pago de los gastos de morirse a tus herederos. Y es que, el precio medio de un entierro en España es de cerca de 3.800 euros.
Disponer de algo de dinero en metálico les ayudará a afrontar esos gastos y otros hasta que se resuelva la herencia, algo que tardará cerca de un mes y medio, en el mejor de los casos.
En esta misma línea, tener una cuenta conjunta con los hijos o tu cónyuge donde aparezcan como cotitulares les facilitará el acceso a ese dinero. De esta forma podrán disponer de liquidez para mantener su nivel de vida, igual que en el caso anterior.
Disponer de un seguro de decesos
El principal papel de los seguros de decesos en España no es tanto el cubrir los gastos de sepelio (que también), sino más bien de ofrecer un servicio a las familias al fallecer un ser querido.
Además de abonar los gastos, este seguro se encargará de todas las gestiones relacionadas con el sepelio, esquelas, gestiones con la administración pública e incluso gestión del testamento, facilitando la vida a los familiares. Ahí está el verdadero valor de este seguro más allá de la parte económica.
En cualquier caso y como resumen, si quieres planificar tu herencia, empieza por hacer un testamento. Así evitarás conflictos entre tus herederos y te asegurarás de que todo queda como tú querías.