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Ahorrar no es suficiente para asegurar tu futuro

Ahorrar no es suficiente para asegurar el futuro

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Ahorrar es la base para tener una buena salud financiera. Es el primer paso para asegurar tu futuro, pero puede no ser suficiente para que ese futuro sea tal y como tú quieres.

“Hay un límite para lo que puedes ahorrar, pero no hay límite para ganar más dinero”, asegura Ramit Sethi en su besteseller “I will teach you to be rich”. Ahorrar es necesario, pero el ahorro sólo te servirá para cubrir una parte de tu camino hacia la jubilación con la que sueñas y el momento en el que quieres que llegue.

El ahorro en sí mismo tiene dos límites muy claros:

  1. Hay una cantidad máxima de gastos que puedes reducir y otros que nunca podrás eliminar, como por ejemplo la electricidad.
  2. El ahorro por sí solo no es lo más efectivo a largo plazo: llegará hasta donde llegue tu capacidad para reducir tus gastos.

Para que lo entiendas mejor, si eres capaz de ahorrar 150 euros todos los meses durante 35 años, al cabo de ese periodo habrás acumulado 45.000 euros, ni más ni menos. ¿Realmente es así? Sólo en términos nominales. En términos reales puede que ni siquiera lleguen a esa cifra.

¿Quieres saber por qué? La respuesta está en la inflación, uno de los dos motivos por los que solo ahorrar y hacerlo en una cuenta corriente al uso no es suficiente.

Los dos enemigos del ahorro: la inflación y el coste de oportunidad

Acumular dinero en una cuenta de ahorro es mejor que no hacerlo, pero también es fácil que no sea suficiente para asegurar ese futuro con el que sueñas a medio y largo plazo.

Esta forma de gestionar tu ahorro tiene dos inconvenientes con nombre propio, la inflación y el coste de oportunidad.

Así se come la inflación tus ahorros

La inflación mide el aumento del coste de la vida, normalmente constante. Si cada año las cosas cuestan más es por la inflación. El efecto de la inflación sobre el dinero y los ahorros es demoledor: hace que pierdan valor y poder adquisitivo.

Tu dinero cada vez vale menos porque cada vez puedes comprar menos cosas con él. Solo tienes que pensar lo que podías hacer con 1 euro hace 10 años y lo que puedes hacer ahora. Entonces con 1 euro podías pagarte un café en cualquier sitio. ¿Puedes hacerlo hoy en día? Es fácil que no.

Para evitar esa pérdida de valor adquisitivo, las empresas suelen actualizar el salario de sus empleados cada año y lo mismo ocurre con las pensiones públicas.

¿Y con tus ahorros? Si no eres capaz de hacer que se revaloricen al mismo nivel que la inflación, ese dinero irá perdiendo valor cada año. Así es como la inflación se come literalmente tu ahorros sin que tes des cuenta y por eso se le considera una asesina silenciosa para tu capacidad de ahorro.

Retomando el ejemplo anterior, con esos 150 euros que ahorras al mes, tendrás 45.000 euros en tu cuenta, pero ese dinero valdrá mucho menos, cuánto menos, dependerá de la inflación.

El coste de oportunidad, lo que dejas de ganar

Cada vez que decides de hacer una cosa, dejas de hacer otra. En finanzas, eso se denomina el coste de oportunidad.

Aplicado a tu ahorro, sería el dinero que puedes dejar de ganar cuando tus ahorros están parados en una cuenta corriente u otro producto que no te ofrece ningún tipo de rentabilidad.

Lo que le falta al ahorro para asegurar tu futuro y llevarte donde quieras.

Hay una solución a estos dos problemas: poner a trabajar tu capital. En otras palabras, ir más allá del ahorro y buscar fórmulas de inversión adecuadas a tus objetivos, perfil de inversor y horizonte temporal.

Si eres capaz de lograr una rentabilidad adecuada para tus ahorros, mantendrás tu poder adquisitivo a largo plazo y podrás cumplir tus objetivos financieros. En otras palabras, asegurarás tu futuro.

Imagina que sigues ahorrando esos 150 euros al mes y que, además, logras una rentabilidad anual sostenida del 2% descontando la inflación. Al final de esos 25 años tendrás 58.807 euros, 13.807 euros más que si te hubieses limitado a ahorrar.

Y lo mejor es que esa inversión no tiene más límites que los que marque tu perfil como inversor. Así es como puedes superar los límites del ahorro para asegurar tu futuro.