Seguros y pensiones para todos

Adquisición de un seguro

Infórmate y asesórate antes de adquirir tu póliza

Inicio > Seguros > ¿Qué es el seguro? > Adquisición de un seguro

La actividad aseguradora tiene unas peculiaridades propias que hacen que el funcionamiento de su mercado y la distribución de sus productos, los seguros, tengan una naturaleza diferente a cualquier otra actividad económica.

Normalmente, cuando se compra o vende algo físico el comprador recibe el bien e inmediatamente pasa a disfrutarlo. En el caso de los seguros, el comprador paga una prima a cambio de un posible servicio futuro, sin embargo, la protección ha comenzado desde el momento en que se formaliza el contrato de seguro.

La venta del seguro constituye el inicio de la relación entre el asegurado y la compañía aseguradora; ésta no sólo tiene que atender el siniestro, además, su obligación consiste en mantener informado y asesorado a su cliente en todo momento.

Claves para adquirir un seguro

Para que el seguro que se contrata sea el adecuado en función de las necesidades reales de protección, el consumidor debe valorar conjuntamente varios factores como son: las coberturas, la entidad aseguradora, otros servicios adicionales al seguro, y el precio.

Coberturas

Es lo más importante, ya que de la elección de las coberturas depende el nivel de protección de los bienes. En el mercado existen muchas opciones, incluso dentro de una misma aseguradora; por ello, es fundamental conocer bien su significado y alcance, y compararlas hasta encontrar aquellas que se adecuen a las necesidades reales de cada individuo.

La suma asegurada es un factor importante a tener en cuenta al concretar las coberturas. Es el valor económico que se asigna a los bienes asegurados, y supone además el importe máximo que la aseguradora abonaría al asegurado en caso de producirse un siniestro cubierto por la póliza.

Conocer cuáles son los riesgos o circunstancias que no cubre el seguro, también resulta una información muy relevante al contratar.

Entidad aseguradora

Un requisito imprescindible es que la entidad aseguradora esté legalmente autorizada para ejercer la actividad aseguradora. A lo largo de la vida del mismo es la interlocutora con el asegurado, quien le suministra la información y le ofrece el servicio.

Es recomendable contratar con empresas sólidas y financieramente solventes para que la respuesta en caso de siniestro sea la adecuada y el asegurado esté tranquilo con el producto que ha adquirido.

La experiencia que la compañía tenga en ese tipo de seguro, la variedad en los productos que oferta y el acceso a la información, ya sea físicamente o por cualquier medio digital son otros aspectos a tener en cuenta.

Otros servicios

Es interesante valorar los servicios adicionales que pone a nuestra disposición la entidad aseguradora, como por ejemplo, los servicios profesionales de mantenimiento y reparación, los servicios médicos, etc.

Precio

El precio es un aspecto importante en la compra del seguro, pero debe evaluarse siempre en conjunto con todos los factores anteriores.

Cada entidad de seguros fija sus tarifas en función de los distintos elementos que componen el seguro, de la amplitud de las coberturas ofrecidas y de la calidad de los servicios prestados. Por todo ello, un seguro muy barato implicará posiblemente menores coberturas y prestaciones que otro de precio superior, por lo que debe comprobarse antes de contratarlo si las coberturas se adecúan a las necesidades de protección.

Relacionado con el precio del seguro aparece, en ocasiones, la franquicia. Es una cantidad por la cual el asegurado es su propio asegurador, ya que en caso de siniestro soportará con su patrimonio la parte de los daños que le corresponda.

En un seguro de automóvil se establece una franquicia de 300 €. Si el vehículo sufre un accidente con daños por valor de 250 €, la entidad aseguradora no indemnizará al asegurado. Hasta un valor de 300 € (la franquicia) cualquier daño será asumido por el asegurado.

Si el siniestro se valorara en 1.000 €, la aseguradora indemnizará 700 €, que es el exceso de coste sobre la franquicia. El asegurado seguirá teniendo que pagar 300 €.

La compra-venta del seguro

Para que se entienda mejor, se separa por un lado el proceso de compra y, por otro, las acciones que se llevan a cabo en la venta del seguro.

La compra del seguro

Una persona decide asegurarse (ella misma o sus bienes) frente a un riesgo determinado. Pueden suceder dos cosas:

  • Conoce el seguro que necesita y acude a una compañía determinada.
  • No conoce el seguro, y prefiere asesorarse con un experto (un corredor, un agente de seguros de la propia compañía, etc.), antes de elegir.

Conocido el tipo de seguro que necesita, sus coberturas y prestaciones, el precio y otras características, decide contratarlo (o no).

La aseguradora redacta un contrato de seguro (póliza) que el asegurado acepta, firma y paga la prima (ésta puede ser fraccionada).

El asegurado queda cubierto, y puede o no producirse un siniestro:

  • Si se produce, el asegurado se lo tiene que comunicar a la compañía aseguradora y ésta procede a comprobar si el daño que se produce está cubierto por el seguro. Si el siniestro está cubierto por la póliza, el asegurado recibe la indemnización correspondiente.
  • Si no se produce, en la renovación del seguro el asegurado podría beneficiarse con una reducción en la prima.

Habitualmente, finalizando el periodo de cobertura, la compañía aseguradora tiene prevista la renovación automática del seguro y se lo comunica al asegurado. Tanto la aseguradora como el asegurado pueden cancelar el contrato para que no se renueve, lo que deberán comunicar por escrito a la otra parte antes de su fecha de finalización.

La venta del seguro

La aseguradora diseña una serie de productos que comercializa posteriormente. De las ventas de los seguros obtiene las primas por parte de los asegurados, y con ese dinero:

  • Paga los siniestros que se producen.
  • Cubre sus gastos de gestión y operativos.
  • Obtiene un beneficio empresarial, y paga dividendos a los accionistas (en su caso).

Simultaneamente, reinvierte una parte de sus fondos para aumentar su solidez financiera.