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Errores al planificar tu jubilación

Errores al planificar tu jubilación

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Pensamos en la jubilación como el premio a toda una vida de trabajo. Es el momento de disfrutar de tiempo libre y de calidad para tus aficiones, estar con la familia o viajar.

Para que efectivamente sea así, es necesario cierto grado de planificación. Es ahí donde fallan la mayoría de españoles. Damos por hecho que disfrutaremos de una jubilación dorada pase lo que pase. La realidad es que no tiene por qué ser así.

Si quieres elegir cómo será tu jubilación y no que ella decida por ti, hay cinco errores que debes evitar. Son los fallos al planificar la jubilación que repiten la mayoría de españoles. ¡Vamos a verlos!

Pensar que con la pensión pública será suficiente

¿Hasta dónde crees que llega la pensión pública? España cuenta con una de las pensiones públicas más altas de Europa. La tasa de sustitución de las pensiones ronda el 78% según datos de la OCDE y el 72% según la Comisión Europea.

Ese dato mide el porcentaje de tu último salario que cubrirá la pensión pública de media. El porcentaje está muy por encima del 58% de Europa y de la tasa de sustitución de países como Holanda o Alemania, que cuentan con dos de los sistemas de pensiones más sostenibles.

Por eso mismo, la pregunta no es hasta donde llega la pensión pública, sino hasta dónde llegará. El debate sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones público no es nuevo y forma parte de la agenda política.

Más allá de la certeza de los informes que dudan de su futuro, si lo fías todo a la pensión pública, tus ingresos durante la jubilación no dependerán de ti, sino de cómo evolucione esa pensión. ¿La solución? Buscar un complemento para esa pensión pública que sirve como colchón de seguridad.

Pensar en la jubilación cuando sólo quedan unos años

Retrasar el ahorro para la jubilación es el segundo error más repetido que se traduce en empezar a planificar el retiro demasiado tarde.

Cuando se trata de ahorrar para el futuro, cuanto antes empieces, mejor. El tiempo es el mayor aliado del ahorrador particular.

¿Cuándo es el mejor momento para empezar a ahorrar? Con tu primer salario y si todavía no ahorras, ahora. En este artículo puedes ver cómo ponerte en marcha en menos de 10 minutos.

La diferencia entre empezar tarde o hacerlo pronto es enorme. Imagina que empiezas a ahorrar 100 euros al mes con 25 años. Cuando te jubiles a los 65 años tendrás 48.000 euros sólo en ahorros.

Si, además, eres capaz de rentabilizar ese ahorro, el interés compuesto hará que crezca exponencialmente. Con una rentabilidad del 2% anual tendrás 73.932 euros en la cuenta sin tener que hacer nada más que ahorrar todos los años.

Empieza a los 35 años y aportarás 12.000 euros menos de ahorro y también 10 años menos de interés compuesto. El resultado es que tendrás 49.665 euros y habrías dejado de ganar 12.267 euros en intereses. Esa es la fuerza del interés compuesto y unida al tiempo de ahorro e inversión.

Pensar a corto plazo con tu ahorro para la jubilación (largo plazo)

¿Cuánto tiempo te queda hasta jubilarte? Si has sido capaz de evitar el error anterior en mayor o menor medida, todavía tendrás cerca de 20 años hasta el momento de la jubilación.

Uno de los fallos más repetidos al planificar la jubilación es no tener en cuenta ese horizonte temporal e invertir como si lo hicieses a corto plazo. El resultado son inversiones demasiado conservadoras cuando a largo plazo el foco de la inversión debería ser obtener rentabilidad, por lo menos durante los primeros años.

Una de las máximas de la inversión es que existe una relación directa entre el riesgo que asumes y la rentabilidad que puedes esperar obtener. A mayor riesgo, más beneficios potenciales. Si eres demasiado conservador, tu rentabilidad será limitada y tendrás que aportar más dinero de tu bolsillo para lograr tus objetivos de ahorro.

En números y siguiendo con el ejemplo anterior de un ahorro mensual de 100 euros, si en lugar de un 2% de rentabilidad obtienes un 3%, al cabo de 40 años sumarías 93.196 euros, casi 20.000 euros más aportando de tu cuenta la misma cantidad.

¿Y si vas más allá? Esto es lo que pasaría:

2%3%4%5%
Aportaciones48.000 €48.000 €48.000 €48.000 €
Intereses generados25.932 €45.196 €70.592 €104.208 €
Total73.932 €93.196 €152.208 €143.760 €

Tampoco se trata de arriesgarlo todo, pero debes tener claro qué conseguirás en cada caso. Al final, el tiempo reduce la volatilidad en las inversiones y, además, si tienes tiempo por delante, podrás enmendar posibles errores.

No saber lo que necesitas y subestimar tu gastos

Uno de los errores típicos al planificar la jubilación es no tener claro cuánto dinero necesitas ahorrar para tener el retiro con el que sueñas.

Es habitual pensar que tus gastos serán más o menos los mismos que ahora o menores si, por ejemplo, ya has terminado de pagar la casa. El problema es que tu estilo de vida no será el mismo, y tampoco tu salud.

Es cierto que puedes tener la casa pagada y que gastarás menos en transporte si no tienes que ir a trabajar. A cambio, también tendrás más tiempo libre que puedes querer invertir en viajes y viajar no es barato, o en ocio y tiempo de calidad. Piensa qué vas a querer hacer con tanto tiempo libre y averigua el coste de tu elección.

Algo parecido ocurre con tu salud y los costes de mantenimiento. Tendemos a pensar en la jubilación con 65 años, pero afortunadamente, una vez te jubiles seguirás cumpliendo años. Adelantar lo que puedes gastar a los 65 es relativamente fácil, pero hacerlo cuando tengas 85 años es más complicado. Piensa que puedes necesitar hacer reformas en el hogar para adaptar tu casa a diferentes situaciones de movilidad reducida, o que puedes necesitar una persona que te atienda durante el día e incluso la noche o pagar una residencia.

Todos estos son gastos que debes tener en cuenta a la hora de planificar tu jubilación y saber cuánto dinero necesitarás de verdad si no quieres depender de las ayudas del estado.

No tener un plan que funcione de forma automática

El último fallo que comete la mayoría de personas es el mismo que les impide ahorrar: no cuentan con un plan y, si lo tienen, no funciona de forma automática.

Cuando el ahorro o tu jubilación dependen de tu fuerza de voluntad y de acciones que debes llevar a cabo cada mes durante toda tu vida, es fácil que se venga abajo en algún momento y que no se vuelva a poner en marcha. Un ejemplo sería la llegada de un hijo.

La clave para evitarlo es crear un sistema y un plan que funcionen de forma automática. Muchos de los productos para la jubilación permiten realizar aportaciones periódicas de forma que no te tengas que preocupar de ahorrar o invertir cada mes o cada año. Dependiendo de tus circunstancias, un plan de pensiones, un PPA o un PIAS pueden adaptarse a lo que buscas.