Errores con el dinero a los 50
A los 50 años buena parte de tus finanzas deberían estar resuelta. En este punto de tu vida deberías contar con un plan para tus finanzas y estar ahorrando todos los meses. No hacerlo es el mayor error con el dinero que puedes cometer en esta etapa.
Si estás leyendo esto y todavía no ahorras de forma sistemática todos, empieza a hacerlo ya mismos. En este artículo te contamos cómo ahorrar todos los meses y en este otro cuánto deberías ahorrar según tus ingresos.
No ahorrar es uno de los errores con el dinero a los 50 años. Por desgracia, no es el único y por fortuna, tampoco el más común. Hay otros fallos habituales. Conocerlos te ayudará a gestionar mejor tus finanzas en esta etapa de tu vida.
Vivir como cuando tenías 20 o 30 años
Se habla más de la crisis de los 40 que la de los 50 y sin embargo, cualquier cambio de década invita a reflexionar. En este punto es fácil perderse y pensar en todo lo que te hubiera gustado hacer y no pudiste.
Está bien tener ese listado de cosas a hacer. También lo está tener claro que ni tus responsabilidades financieras ni tu situación es la misma que con 20 o 30 años. En otras palabras, que la estructura de tus finanzas, cómo y por qué gastas el dinero no debería ser la misma.
De entre todas las cosas que suelen hacerse con 20 años y que con 50 años ya no deberías hacer hay una clave: consumir y comprar para aparentar algo que no eres. A los 20 es habitual querer aparentar que te va bien y comprarte un coche que no necesitas, ropa algo más cara de la que puedes permitirte o invitar a los amigos. En esta etapa de la vida deberías haber superado ese afán y enfocar tu dinero hacia lo que realmente importa, incluso si eso significa tener peor que tu vecino, por ejemplo.
No tener la jubilación encaminada
Ahorrar es el primer paso para alcanzar el objetivo de disfrutar de la jubilación que tú deseas y no de la que puedas permitirte. Al cruzar la línea de los 50 años tendrás por delante 17 años hasta alcanzar la edad de jubilación. Quizás ahora te parezca un mundo, pero no lo es tanto cuando se trata de ahorro e inversión.
Si no cuentas con un plan para tu jubilación, es el momento de empezar con él. Todaví estás a tiempo de beneficiarte del interés compuesto para que tus ahorros crezcan más rápido, pero no deberías dejar que pase más tiempo antes de hacerlo.
Invertir como cuando tenías 20 años
Un error clásico a los 50 años es mantener las mismas inversiones que tenías con 20 o 30 años. Si a estas alturas tienes el mismo producto de inversión que contrataste hace más de 20 años es posible que no sea el más adecuado para ti.
Lo más habitual es que en su momento fueses demasiado cauto o ahora estés siendo demasiado arriesgado. La razón es que el riesgo de tus inversiones tiende a cambiar a lo largo de la vida. Los expertos recomiendan ir reduciendo el riesgo de tu cartera conforme se acerca la jubilación.
Una forma simple de determinar el riesgo que deberías asumir es la regla del 120. Con ella solo es necesario restar a 120 tu edad y ese será el porcentaje de renta variable que debes incluir en tu cartera de inversión.
Como es lógico, no se trata de una regla infalible, sólo de una aproximación. Una alternativa si no quieres tomar esta decisión por tu cuenta es contar con el asesoramiento o la opinión de un experto en inversiones.
No hablar de finanzas con tus hijos
¿Te habría gustado saber lo que hoy sabes de finanzas y dinero a los 20 años? Seguro que sí y a tu hijo también.
Si no has hablado de dinero con tus hijos, puede ser un momento para hacerlo. Puedes tomártelo como una carta a tu yo de hace 20 años. Comparte con él lo que has aprendido para que mejore su percepción del dinero y su educación financiera, especialmente si está estudiando o va a empezar a trabajar.
También puedes aprovechar para involucrarlo en las finanzas familiares. Así será consciente de los trámites básicos de la gestión del dinero y de los gastos del hogar.
Sentar ahora una relación con tus hijos en las que el dinero deje de ser un tema tabú y puedas hablar abiertamente de él evitará muchos problemas en el futuro. Tanto para tu hijo como para ti.
Volcar tus finanzas en tus hijos
Este es un error que se arrastra desde la treintena, aunque en este punto suele tener un matiz diferente. Si entonces el fallo es parar todos los planes financieros por la llegada de los hijos, a los 50 el error es volcar las finanzas en ellos.
Puede ser por los estudios, pero lo más habitual a partir de los 55 años y cerca ya de los 60 es que sea para ayudarles a comprar una casa, un coche o montar un negocio. Poner en riesgo los ahorros de la jubilación por los hijos es un fallo que debes evitar a toda costa.
Una variante de este fallo es mantener a los hijos aunque ganen dinero, bien en casa o fuera. Si tus hijos trabajan y viven en casa, hacerles partícipes de los gastos del hogar les ayudará formar su conciencia financiera. Y si no quieres socavar su futuro financiero, siempre puedes pedirles que usen la parte que deberían aportar para empezar a ahorrar e invertir a largo plazo.
No saber prever tus gastos
Igual que ocurría con los errores a los 40 años, es habitual no saber cuáles son tus gastos reales y, todavía menos cuáles serán.
En esta etapa de la vida hay una serie de gastos que seguramente lleguen más pronto que tarde. Los más recurrentes suelen ser los estudios de los hijos y el cambio de coche que compraste con su nacimiento y que ahora empieza a fallar.