Qué impuestos vas a pagar por tus inversiones y la importancia de retrasarlos
Hay pocas cosas 100% seguras en una inversión y los impuestos son una de ellas, igual que las comisiones. Salvo contadas excepciones, hay un momento en el que tendrás que tributar por el beneficio que obtengas y es importante que sepas cuánto, cómo y cuándo.
Por qué es importante conocer la fiscalidad de tus inversiones
La rentabilidad anual media del Ibex 35 con dividendos roza el 8% (7,94%), un porcentaje muy atractivo que, sin embargo, no cuenta la realidad de lo que llegará a tu cuenta corriente si invirtieses en el índice bursátil español.
Ese 8% es la rentabilidad nominal, no la real. En otras palabras, no incluye los gastos inherentes a la inversión, como las comisiones que tienes que pagar y que son absolutamente variables. Estos gastos dependerán del producto a través del que inviertas, el bróker, banco o plataforma con el que lo hagas y de tu propia operativa.
Por ejemplo, imagina que inviertes 10.000 euros en el Ibex 35. Con una rentabilidad del 8% deberías recibir 800 euros en tu cuenta. Sin embargo, como tu operativa tiene costes de un 1,5% esa rentabilidad se reduce al 6,5% y en realidad sólo habrás ganado 650 euros.
Esa rentabilidad nominal tampoco incluye un coste mucho más fijo para todo el mundo: los impuestos. Tus inversiones tributan en la declaración de la renta y el porcentaje de impuestos que pagues hará que la diferencia entre la rentabilidad nominal y real de tus inversiones sea mayor.
Volviendo al ejemplo anterior, a esos 650 euros de beneficio habrá que restarle los impuestos. Como normal general, Hacienda aplica inicialmente un 19% a ese capital en previsión de lo que después tendrás que pagar (las retenciones de IRPF que también aplican sobre la mayoría de los productos financieros). Como resultado, tampoco recibirás ese capital, sino 526,5 euros.
Por último, para conocer la rentabilidad real de una inversión también deberías tener en cuenta el efecto de la inflación, que es el valor que pierde tu dinero por el aumento general de precios y del coste de la vida. La inflación es uno de los motivos por los que ahorrar no es suficiente para asegurar tu futuro.
Un repaso rápido a cómo tributan tus inversiones
¿Cuántos impuestos pagas por tus inversiones en la declaración de la renta? La respuesta dependerá del producto concreto en el que inviertas.
Salvo los planes de pensiones, los planes de previsión asegurados (PPA) y otras pocas excepciones, la mayoría de tus inversiones tributará dentro de lo que se conocen como rentas de ahorro, que se diferencian de tu salario y otros ingresos que se suman a la base general.
Hacienda divide las inversiones en dos grandes grupos:
- Ganancias y pérdidas patrimoniales.
- Rendimientos de capital mobiliario.
De forma muy resumida, cada grupo tributa primero por separado y después se junta todo para calcular cuánto tienes que pagar.
Cómo funcionan las ganancias y pérdidas patrimoniales
Este grupo reúne la mayor parte de las inversiones. Son ganancias y pérdidas de la inversión en acciones, fondos de inversión, ETFs, fondos indexados, warrants, CFDs y también la venta de tu vivienda y la inversión en criptomonedas.
Hay cuatro normas de oro en la tributación de las ganancias y pérdidas patrimoniales:
- Pagas cuando vendes el bien o el activo. Si tu fondo o tus acciones están subiendo, pero las mantienes en cartera, no pagas nada a no ser que recibas un dividendo u otro tipo de recompensa (además, éstas serían rendimientos de capital mobiliario). Sólo tributas al vender el bien, al obtener la ganancia.
- Pagas por la ganancias o pérdida, que se calcula normalmente por la diferencia entre el valor de compra y el valor de venta. Es decir, tienes que restar el precio al que adquiriste el bien al precio al que lo vendes.
- Funcionan según la regla FIFO de First in, First Out. Esto quiere decir que se venden primero las primeras acciones o participaciones del fondo que compraste, algo importante si inviertes de forma periódica.
- Las pérdidas compensan las ganancias y viceversa. Este punto es clave para planificar tus impuestos y el pago de los mismos. A las ganancias que hayas tenido le podrás restar las pérdidas, primero por cada producto y después entre ellos.
Un ejemplo, si has ganado 2.500 euros con tus acciones, pero has perdido 1.500 euros en criptodivisas, puedes minorar las ganancias restando las pérdidas. Así, para Hacienda será como si tus ganancias patrimoniales sólo fuesen de 1.000 euros.
¿Y si has perdido dinero en el cómputo del año? Podrás compensar una parte con los rendimientos de capital mobiliario (en un momento lo entenderás todo mejor).
Cómo funcionan los rendimientos de capital mobiliario
Los rendimientos de capital mobiliario es el dinero que recibes por los dividendos de las acciones o fondos en los que inviertes, cuentas corrientes y cuentas remuneradas, letras del tesoro y deuda en general, préstamos y seguros de vida.
Una de las diferencias con las ganancias y pérdidas patrimoniales es que con este tipo de producto normalmente no tienes que calcular cuál es la ganancia, porque ya te viene dada. Piensa en un depósito, con el que normalmente sabes de antemano lo que vas a ganar o los dividendos, con los que no hay que calcular, ganas lo que te paguen.
Estos rendimientos de capital mobiliario también se compensan entre sí, igual que las ganancias y pérdidas. La suma es lo que después se tiene en cuenta para calcular cuántos impuestos tendrás que pagar.
Sumar todo y pagar impuestos
Después de calcular tus ganancias y pérdidas patrimoniales por un lado y los rendimientos de capital mobiliario por otro, llegará el momento de juntar ambos. En otras palabras, sumar las dos partes que componen las rentas del ahorro.
Si la primera parte está en negativo (acumulas pérdidas patrimoniales), podrás restar a esas pérdidas hasta un 25% de los rendimientos de capital mobiliario y viceversa. El resto de las pérdidas no podrás imputarlas en ese ejercicio de la renta, pero sí en los cuatro años siguientes. Dicho de otra forma, si has perdido dinero en 2021, podrás usarlo para compensar ganancias de 2022, 2023, 2024 y 2025.
La suma de los dos apartados es sobre la que pagarás impuestos, tu base imponible del ahorro. A esa cantidad se le aplicará una escala compuesta por cuatro tramos.
Tramo | Impuestos a pagar |
Hasta 6.000 € | 19,00% |
Entre 6.000,01 y 50.000 € | 21,00% |
Entre 50.0000,01 y 200.000 € | 23,00% |
Más de 200.000,01 € | 26,00% |
Estos tramos se aplican de forma progresiva, de manera que, si has ganado 10.000 euros con una inversión, no pagarás un 21% por ella, sólo por 4.000 euros (la diferencia entre 10.000 y 6.000 euros del primer tramo).
Lo más importante que puedes hacer: retrasar el pago de impuestos
Hay muchas formas de ahorrar en impuesto y optimizar la fiscalidad de tus inversiones, como aprovechar la posibilidad de compensar pérdidas y ganancias patrimoniales, como hemos visto en el punto anterior y como ilustra el gráfico de Hacienda. Sin embargo, la más potente y sencilla de llevar a cabo es no pagar impuestos hasta el final.
En otras palabras, retrasar al máximo el pago de impuestos, que es lo que se conoce como diferimiento fiscal y sería el equivalente al interés compuesto en términos fiscales. La diferencia es que el interés compuesto lo puedes aplicar siempre, pero el diferimiento fiscal sólo con algunos productos financieros como los fondos de inversión, PIAS, planes de pensiones, Unit Linked y PPAs.
Estos productos permiten mover tu inversión sin tener que tributar por ella. Por ejemplo, puedes cambiar de PIAS sin tributar por las ganancias que acumulas y lo mismo con un fondo de inversión o un plan de pensiones.
Así evitas pagar entre un 19% y un 26% en impuesto cada vez que quieres hacer un cambio en tu cartera para adaptarla a tu situación personal o la del mercado (recuerda que no invertirás igual en cada etapa de tu vida). Por ejemplo, puedes pasar de un fondo de renta variable a uno de renta fija sin pagar impuestos.
¿Y con las acciones? También puedes retrasar el pago de impuestos siguiendo estrategias como Buy & Hold, que consiste en comprar y mantener. En cuanto deshagas una posición y vendas tus acciones tendrás que tributar por las ganancias que acumulas. Dicho de otra forma, cada cambio en la composición de tu cartera supondrá pagar impuestos.
¿Cuál es el impacto del diferimiento fiscal en tus inversiones? La mejor forma de entender la importancia de retrasar el pago de impuestos es con un ejemplo concreto.
Imagina dos personas que invierten 10.000 euros y son capaces de lograr una rentabilidad anual del 8,5%, en línea con la rentabilidad histórica del índice americano S&P 500, sin descontar gastos y comisiones.
La única diferencia entre estos dos inversores es que el primero paga impuestos cada año por sus ganancias y el segundo no. Es decir, el primero no invierte con diferimiento fiscal y el segundo sí. ¿Cuál será la diferencia a lo largo del tiempo? Así es como evolucionarían sus inversiones:
Sin diferimiento fiscal | ||||
Capital acumulado | Rentabilidad bruta | Impuestos | Rentabilidad real (tras impuestos) | |
Año 1 | 10.000,00 € | 1.000,00 € | 190,00 € | 810,00 € |
Año 2 | 10.810,00 € | 1.081,00 € | 205,39 € | 875,61 € |
Año 3 | 11.685,61 € | 1.168,56 € | 222,03 € | 946,53 € |
Año 5 | 12.632,14 € | 1.263,21 € | 240,01 € | 1.023,20 € |
Año 10 | 18.646,85 € | 1.864,69 € | 354,29 € | 1.510,40 € |
Año 15 | 27.525,42 € | 2.752,54 € | 522,98 € | 2.229,56 € |
Año 20 | 35.433,86 € | 3.011,88 € | 572,26 € | 2.439,62 € |
Año 25 | 49.431,33 € | 4.201,66 € | 798,32 € | 3.403,35 € |
TOTAL | 52.834,67 € | 52.882,31 € | 10.047,64 € | 42.834,67 € |
Con diferimiento fiscal | ||||
Capital acumulado | Rentabilidad bruta | Impuestos | Rentabilidad real (tras impuestos) | |
Año 1 | 10.000,00 € | 1.000,00 € | - € | 1.000,00 € |
Año 2 | 11.000,00 € | 1.100,00 € | - € | 1.100,00 € |
Año 3 | 12.100,00 € | 1.210,00 € | - € | 1.210,00 € |
Año 5 | 13.310,00 € | 1.331,00 € | - € | 1.331,00 € |
Año 10 | 21.435,89 € | 2.143,59 € | - € | 2.143,59 € |
Año 15 | 34.522,71 € | 3.452,27 € | - € | 3.452,27 € |
Año 20 | 47.115,63 € | 4.004,83 € | - € | 4.004,83 € |
Año 25 | 70.845,74 € | 6.021,89 € | - € | 6.021,89 € |
TOTAL | 76.867,62 € | 66.867,62 € | 14.259,55 € | 52.608,07 € |
Como puedes ver, el diferimiento fiscal te ayuda a más dinero al final del camino y todavía más rentabilidad real. Y eso que pagarás más impuestos en total por tu inversión. Además, también sirve para ver la progresividad de las tablas del ahorro. Aunque has ganado 66.867 euros, no pagas un 23% por esa cantidad, sino sólo por lo que supera los 50.000 euros. Por el resto pagarás porcentajes inferiores. De ahí que el resultado final en impuestos sea 14.259 euros y no 15.379,5 euros.
En cualquier caso, este ejemplo sirve para que veas en acción la magia de retrasar los impuestos en tus inversiones, algo que puedes hacer sólo con escoger los productos de inversión adecuados.