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Qué productos usar para la jubilación

Los productos idóneos serán los que inviertan a largo plazo, aunque también es verdad que después habrá que ajustar el riesgo de la inversión a la edad.

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La inversión es una de las opciones más asequibles para complementar la pensión pública y disponer del dinero que necesitarás al retirarte. La gran duda para la mayoría es cómo y dónde hacerlo. En otras palabras, qué productos financieros son más adecuados para planificar el ahorro para la jubilación

En general estamos acostumbrados a vincular la jubilación con los planes de pensiones cuando, en realidad, existen muchas más opciones de inversión para el retiro. Antes de ponerles nombres, es importante saber qué características idóneas deberían tener estos vehículos de inversión.

En qué fijarte para escoger los productos para la jubilación

La jubilación es normalmente un objetivo a largo plazo, no algo que esté a la vuelta de la esquina.

Esto implica que los productos idóneos serán los que inviertan a largo plazo, aunque también es verdad que después habrá que ajustar el riesgo de la inversión a la edad según vaya pasando el tiempo.

A esto se puede añadir el diferimiento fiscal, que es la posibilidad de retrasar el pago de impuestos de manera que se pueda aprovechar mejor el interés compuesto.

De forma resumida, no todos los productos de inversión para la jubilación pagan los mismos impuestos ni en el mismo momento. Los hay con los que tendrás que pagar cada vez que compras o vendas, como con las acciones; y con los que sólo pagarás al final, como los fondos de inversión.

La diferencia entre unos y otros es enorme a largo plazo. Esto sería lo que ocurre con 10.000 euros invertidos a largo plazo con un 8,5% de rentabilidad constante a largo de 25 años.

Sin diferimiento fiscal
Capital acumuladoRentabilidad brutaImpuestosRentabilidad real (tras impuestos)
Año 110.000,00 €1.000,00 €190,00 €810,00 €
Año 210.810,00 €1.081,00 €205,39 €875,61 €
Año 311.685,61 €1.168,56 €222,03 €946,53 €
Año 512.632,14 €1.263,21 €240,01 €1.023,20 €
Año 1018.646,85 €1.864,69 €354,29 €1.510,40 €
Año 1527.525,42 €2.752,54 €522,98 €2.229,56 €
Año 2035.433,86 €3.011,88 €572,26 €2.439,62 €
Año 2549.431,33 €4.201,66 €798,32 €3.403,35 €
Total52.834,67 €52.882,31 €10.047,64 €42.834,67 €

Con diferimiento fiscal
Capital acumuladoRentabilidad brutaImpuestosRentabilidad real (tras impuestos)
Año 110.000,00 €1.000,00 €- €1.000,00 €
Año 211.000,00 €1.100,00 €- €1.100,00 €
Año 312.100,00 €1.210,00 €- €1.210,00 €
Año 513.310,00 €1.331,00 €- €1.331,00 €
Año 1021.435,89 €2.143,59 €- €2.143,59 €
Año 1534.522,71 €3.452,27 €- €3.452,27 €
Año 2047.115,63 €4.004,83 €- €4.004,83 €
Año 2570.845,74 €6.021,89 €- €6.021,89 €
Total76.867,62 €66.867,62 €14.259,55 €52.608,07 €

Por eso es tan importante saber elegir bien en qué invertir para la jubilación y cómo tributa cada producto financiero.

7 alternativas de inversión para la jubilación

Con las recomendaciones anteriores en mente ¿Cuáles son los mejores productos de ahorro e inversión para la jubilación? Estas son algunas opciones con sus ventajas y desventajas:

Planes de pensiones

Son el producto más tradicional, pero han ido perdiendo fuerza los últimos años según se recortaban las cantidades que se podían aportar a planes de pensiones individuales hasta el máximo de 1.500 euros que hay en la actualidad.

Para compensar estos recortes en los planes de pensiones individuales, ha aumentado el límite que se puede invertir en los planes de pensiones de empleo, que son los que las empresas promueven para sus trabajadores, así como los nuevos planes de pensiones de empleo simplificados (PPES), a los que pueden adherirse los autónomos y otros colectivos.

Como inversión, los planes de pensiones tienen la ventaja fiscal de que permiten deducir en la renta las aportaciones. A cambio, son un producto menos líquido que otros, ya que no podrás recuperar la inversión en cualquier momento.

Los planes de pensiones sólo se pueden rescatar en determinadas circunstancias o pasados 10 años desde la primera aportación (siempre que se suscribiese en 2015 o posterior). Esto, que puede parecer una desventaja, también tiene su punto positivo. Y es que así te aseguras de que no utilizarás ese dinero para otras finalidades que no sea la jubilación. 

PPA o Plan de Previsión Asegurado

Se pueden definir como la alternativa del sector asegurador a los planes de pensiones. Disfrutan de sus mismas ventajas fiscales y también de la misma liquidez que un plan de pensiones.

La mayor diferencia es que el PPA se integra dentro de una póliza de seguros de vida-ahorro que garantiza el tipo de interés.

PIAS o Plan Individual de Ahorro Sistemático

Otro seguro de vida-ahorro que también puede adaptarse a diferentes perfiles de usuarios. A diferencia de los dos anteriores, no permite desgravar en la renta por las aportaciones que se realicen.

Sin embargo, tiene ventajas fiscales al vencimiento si se cobra como Renta Vitalicia. Y, además, puedes cambiar de PIAS sin tener que tributar en esos cambios. La inversión en PIAS está limitada a 5.000 euros al año por persona y un máximo de 240.000 euros en total por póliza.

Los PIAS disponen de la ventaja de que se puede ahorrar muchos impuestos si se recuperan en forma de renta vitalicia, aunque esto es algo que también puede hacerse con otros productos como los fondos de inversión o las acciones. En este supuesto, el rendimiento generado en el PIAS, estaría exento de tributar.

Además, los PIAS son un producto líquido con los que puedes acceder a tu dinero en cualquier momento.

Fondos de inversión

Uno de los productos más versátiles por su oferta, liquidez y ventajas fiscales. En esencia, un fondo invierte el dinero de sus partícipes en una cesta de activos que van desde acciones hasta renta fija pasando por otros fondos de inversión.

Eso hace que sea un producto muy diversificado de partida. Además, cuentan con un importante beneficio fiscal, ya que tampoco hay que pagar impuestos en la renta por el beneficio que hayas obtenido si reinviertes en otro fondo (haces un traspaso en lugar de un reembolso).

A esto se une su amplia oferta, ya que hay fondos para todos los perfiles de inversión e incluso fondos especializados en sectores, empresas que reparten dividendo o determinadas estrategias de inversión, por ejemplo.

ETFs

Los ETF o fondos cotizados son fondos de inversión que se comportan y tributan como acciones. Esto quiere decir que no cuentan con la ventaja del diferimiento fiscal propia de los fondos.

Sus ventajas son otras: comisiones mucho más asequibles, algo importante a largo plazo. La razón es que los ETF se centran normalmente en la inversión pasiva. Es decir, replican índices bursátiles o sectoriales. Esto hace que sean un complemento idóneo para una cartera de fondos de inversión, por ejemplo.

Unit Linked

Se puede decir que los Unit Linked son otro modelo de inversión en fondos. Los Unit Linked son seguros de vida-ahorro que invierten en cestas de fondos que suelen estar gestionadas por profesionales y son adecuadas para el perfil de cada cliente. También existen modalidades en las que el propio cliente es quien escoge la composición de su cartera entre una cesta de fondos.

Como seguro de vida, los Unit Linked permiten elegir quién será el beneficiario en caso de fallecimiento, algo que no es posible cuando se invierte directamente en fondos de inversión.

Acciones de bolsa

Otro producto de inversión para la jubilación es la inversión directa en bolsa mediante acciones. El principal inconveniente de esta opción es que requiere mayores conocimientos, mayor dedicación para gestionar la cartera, y que las acciones no cuentan con la ventaja del diferimiento fiscal.