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Cómo complementar la pensión pública

Pensar que con la pensión pública será suficiente es uno de los cinco errores más repetidos al planificar la jubilación.

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Quien más y quien menos se plantea cómo será su futuro tras jubilarse. Por un lado, el retiro es un momento para disfrutar después de años de trabajo. Por otro lado, es normal tener dudas sobre cómo será esa nueva vida y los recursos económicos necesarios para vivirla al máximo.

Ahí es donde surgen dudas como si la pensión del Estado será suficiente o si hace falta complementar la pensión pública con algún ingreso adicional. El problema es que buena parte de los españoles afrontan esta incertidumbre sin saber muy bien qué hacer y dejando pasar el tiempo sin planificar.

Estos son los pasos para evitar ese error.

¿Será necesario completar la pensión pública?

Pensar que con la pensión pública será suficiente es uno de los cinco errores más repetidos al planificar la jubilación. Y no es un fallo que tenga que ver con la cuantía de la prestación, sino más bien con no conocer los números de tu retiro.

En otras palabras, no saber cuánto vas a necesitar para jubilarte. Es muy habitual soñar con una jubilación llena de viajes o disfrute, pero no tener ni siquiera una idea aproximada de cuánto puede costar desde un punto de vista económico o de si la pensión pública permitirá afrontarla.

Por eso mismo, lo primero es saber cuánto costará la jubilación que deseas y cuánto puedes esperar cobrar de pensión pública. Eso sí, recuerda que la forma en la que se calcula pensión y la propia cuantía pueden cambiar con el tiempo.

Estos datos te servirán para saber si necesitas complementar la pensión pública y en qué cantidad. A modo de ejemplo:

  • Ahora ganas 2.500 euros al mes.
  • Al jubilarte quieres por lo menos mantener tu nivel de vida, aunque te gustaría viajar. Haces cálculos y estimas que necesitarás 3.000 euros mensuales o 36.000 euros al año.
  • Calculas que la pensión de jubilación pública ascenderá a 1.750 euros
  • Resultado: necesitas 1.250 euros adicionales al mes para completar la pensión pública.

Ahora queda ver cómo conseguir esa cuantía.

Planifica: ahorra e invierte

¿Cómo completar la pensión pública de jubilación? El camino más sencillo y también el más tradicional es con ahorro e inversión.

Es decir, gastar menos de lo que ingresas e invertir una parte de ese dinero. El mejor método para ahorrar sin esfuerzo es apartar un porcentaje de los ingresos al principio de mes y hacerlo de forma automática mediante el preahorro. Así estarás ahorrando todos los meses de tu vida con un solo movimiento.

Además de ahorrar, también es necesario invertir ese dinero por dos razones.

La primera tiene nombre propio y se llama inflación. La inflación es la subida de precios con el paso del tiempo y marca el aumento del coste de la vida. Su efecto sobre tus ahorros es muy simple: perderán valor por el paso del tiempo.

Para que lo entiendas mejor, si antes bastaba un euro para tomar un café y ahora necesitas 1,2 euros, tu dinero tiene cada vez menos valor. El valor nominal de ese euro es el mismo, pero su valor real es menor porque ya no puedes tomarte ese café con él. Dicho de otra forma, necesitas más dinero para hacer lo mismo o mantener tu nivel de vida.

La forma de que tus ahorros mantengan su valor real y no solo el nominal es invertirlos para obtener una rentabilidad por lo menos igual a la inflación, aunque idealmente debería ser mayor.

La segunda razón para invertir es que la inversión es un acelerador para conseguir tus metas. Gracias al interés compuesto y la rentabilidad que logres para tu capital, tu dinero crecerá más deprisa y, por lo tanto, tendrás que hacer un esfuerzo menor para sumar la cantidad que necesitas para jubilarte.

Aquí puedes ver la diferencia entre ahorrar 250 euros al mes e invertir ese mismo dinero a un interés constante del 7%:

Gráfica que compara ahorro e inversión

Con tu ahorro sumarás 90.000 euros al cabo de 30 años. Si, además, inviertes, tendrás 283.282 euros, más del triple.

La clave en este punto es empezar cuanto antes a invertir y hacerlo con los productos de inversión adecuados.

Genera ingresos adicionales (pasivos o no)

Junto con la inversión, también puedes complementar la pensión pública con otras fuentes de ingresos.

Hay dos formas de ganar dinero al jubilarse. La primera es seguir trabajando y acceder a algún tipo de pensión que permita compatibilizar el trabajo con la pensión pública. Las tres opciones que ofrece la Seguridad Social son:

  1. Jubilación flexible, con la que se puede reducir la jornada entre un 25% y un 50% para cobrar pensión y salario de manera complementaria.
  2. Jubilación parcial, similar a al anterior.
  3. Jubilación activa, con la que se cobra el 50% de la pensión (100% si eres autónomo y tienes empleados), pero permite trabajar con cualquier tipo o jornada de trabajo.

Además, también es posible emprender y cobrar la pensión a través de la jubilación activa. De hecho, este formato tiene mucho que ver con la segunda opción para ganar dinero jubilado más allá de la pensión, los ingresos pasivos.

En teoría, este tipo de ingresos no está directamente ligado al tiempo de trabajo. Un ejemplo clásico sería el alquiler de vivienda, que genera un dinero sin tener que estar trabajando para lograrlo.

En cualquier caso, tampoco hay que dejarse engañar por este concepto. Todo ingreso pasivo implica una inversión de tiempo y/o dinero inicial y después cierta gestión. A partir de ahí, los hay que suponen más o menos trabajo para gestionar.

Otros ejemplos de ingresos pasivos serían crear un canal de YouTube o un blog, hacer dropshipping o escribir un libro. En este artículo puedes ver más formas de generar ingresos pasivos.

Aprovecha lo que ya tienes: tu casa

Otra forma de complementar la pensión de jubilación pública es utilizar los bienes que has ido adquiriendo a lo largo de tu vida.

El mayor bien posiblemente sea la vivienda en propiedad, que puedes aprovechar para ganar un dinero con el alquiler, la venta de la nuda propiedad o una hipoteca inversa, por poner algunos ejemplos.

Al final, se trata de ver tu vivienda como un activo del que puedes sacar un partido económico para mejorar tu jubilación.