Es algo parecido a lo que formula la Ley de Pareto aplicado a tu ahorro. De manera muy resumida, este es un principio según el cual un 20% del esfuerzo produce un 80% del resultado final, de ahí que se conozca también como la regla 80/20.
En otras palabras, que el 80% de las cosas que haces ayuda, pero sólo para optimizarlo todo hasta que quede perfecto o alcances el 100% del objetivo. Y cuando se trata de ahorrar, la clave esté en economizar tus esfuerzos porque ahorrar en sí mismo no es algo que se disfrute. Por eso mismo en este artículo sobre cómo ahorrar en electricidad no vamos a enumerar todos los trucos para gastar menos en energía, nos vamos a centrar sólo en los más útiles, los que menos esfuerzo suponen y mejor funcionan.
Revisa tu tarifa de gas y electricidad
El tipo de contrato que tienes determina cuánto vas a pagar por la electricidad y la energía en tu casa. Acertar con él es sin duda la mayor fuente de ahorro, sobre todo en momentos como los actuales con el precio de la energía por las nubes.
El único inconveniente es que entender la factura de la luz puede ser complicado y todavía más lo que te ofrece cada compañía con sus contratos. Por fortuna, no necesitas convertirte en un experto ni un gurú para ahorrar en la factura eléctrica.
Lo que debes saber es que en España conviven dos tipos de tarifas (mercados en realidad). Por un lado está el mercado regulado, que funciona con un precio de la energía variable y las famosas tarifas PVPC con discriminación horaria en tres tramos.
Por otro lado está el mercado libre, donde las empresas pueden fijar la estructura de precios que quieran. Aquí es donde hay más oferta (también más compleja de entender) y donde hay tarifas con un precio fijo por kW o que suman gas y electricidad.
Hasta la subida del precio de la electricidad, las tarifas con discriminación horaria permitían ahorrar más en la factura de la luz, siempre que realizaras el 30% del consumo dentro de las dos franjas horarias más económicas. Sin embargo, actualmente y hasta la vuelta a la normalidad, las tarifas del mercado libre con un precio fijo ofrecen un mayor ahorro y, sobre todo, la comodidad de no vivir pendiente del reloj para poner lavadoras, lavavajillas o cocinar.
Regula la potencia máxima contratada
Todas las viviendas tienen una potencia máxima contratada que marca el consumo simultáneo que pueden hacer antes de que salte el diferencial. Dicho de otra forma, cuántos aparatos puedes enchufar al mismo tiempo.
La potencia más habitual para un piso medio está entre los 3,45 kW y los 5,75 kW, aunque todo depende de los metros cuadrados, el tipo de electrodomésticos que tengas y cómo organices su uso.
La siguiente tabla de la Juan Energy-Fundación Juan XXIII resume la potencia necesaria en función de la vivienda.
POTENCIA RECOMENDADA | ||
SUPERFICIE m2 | Equipamiento básico | Equipamiento medio |
Hasta 60 m2 | 3 kW | 3,45 kW |
De 60 m2 a 90 m2 | 3,45 kW | 4,6 kW |
De 90 m2 a 140 m2 | 4,6 kW | 5,75 kW |
Superior a 140 m2 | 5,75 kW | 6,9 kW |
Reducir la potencia contratada te permitirá ahorrar entre 45 y 50 euros al año por cada kilovatio que bajes.
Controla la temperatura dentro de casa
Tanto en verano como en invierno, mantén la casa a la temperatura adecuada para limitar el gasto energético. ¿Y cuál es esta temperatura? Un estudio de IDAE, el Instituto para la Diversificación del Ahorro y la Energía, cifra entre los 20 y los 21 grados durante el día y entre los 17 y los 15 durante la noche en invierno y un poco más elevada en verano.
Estas cifras pueden variar según la humedad relativa de la vivienda, según muestra el este cuadro de IDEA.
Estación | Temperatura operativa ºC | Humedad relativa % |
Verano | 23 a 25 | 40...60 |
Invierno | 21 a 23 | 40...50 |
Cada grado de más incrementará el consumo en un 7% adicional. Imagina que gastas 100 euros al mes en calefacción, cada subida se traducirá en 7 euros al mes.
La mejor forma de regular la temperatura en el hogar es con un termostato. Si, además, se puede programar y hacer que funcione de forma automática, será más fácil no desviarse de estas medidas recomendadas.
Por supuesto, si no eres muy friolero o caluroso y puedes ajustar aún más la temperatura en invierno y verano, más lograrás ahorrar. En este sentido, ajustar la ropa que llevas en casa durante el invierno puede ayudarte a limitar el gasto en calefacción.
Usa el modo eco y reduce el agua caliente que utilizas
El agua caliente es uno de los principales gastos de energía y limitarlo es relativamente fácil cambiando unos pocos hábitos. Si quieres ahorrar en este apartado sólo tienes que:
- Usar el modo eco, que son programas que duran más, pero consumen menos energía al lavar a temperaturas más bajas.
- Lavar la ropa a menos temperatura de la que indica el programa de la lavadora. Normalmente con 30ºC será suficiente en muchos casos e incluso lavar en frío.
- Limita el tiempo de las duchas y evita los baños.
Aprovecha las regletas para desenchufar los aparatos que no utilizas
El stand by puede suponer un gasto adicional de más de 100 euros al año. Una forma de terminar con él es usar regletas para aparatos que puedas apagar durante varias horas al día.
A modo de ejemplo, puedes poner el router, la televisión, el teléfono, etc en una regleta que apagues por la noche al irte a dormir, cuando no necesitarás ninguno de estos aparatos. Y lo mismo cuando sales a trabajar.
Cuanto más tiempo pases fuera de casa, más útil será este truco para ahorrar energía.
Revisa el aislamiento de tu casa
El aislamiento de tu vivienda es clave para gastar menos en electricidad. Según un estudio del Grupo Enea, el ahorro medio anual de un buen aislamiento término es de un 20% de media, lo que se traduciría en torno a 400 euros para una familia que gaste 100 euros al mes en energía.
Por su parte, IDEA cifra en hasta un 30% el impacto de las ventanas en el consumo energético del hogar.
De las dos opciones, la segunda tiende a ser la más económica y la más eficiente.
En cualquier caso, mejorar en cualquiera de los dos apartados te ayudará a ahorrar energía. Además, ahora existe una deducción en la declaración de la renta por mejorar la eficiencia energética del hogar.
Además, hay otras acciones como poner burletes en la puerta que también te ayudarán a aislar mejor tu hogar y ahorrar en calefacción.
Cambia las bombillas de casa
El último de los trucos más efectivos para ahorrar en electricidad es cambiar tus bombillas, sobre todo si todavía tienes alguna incandescente en el hogar.
Las bombillas que menos consumen son las LED, que también son las que más duran. El único inconveniente es que también son las más caras, aunque es una inversión que merece la pena, ya que consumen un 30% que las fluorescentes.
El ahorro en euros dependerá mucho del consumo que hagas. Es decir, el número de bombillas que enciendas en casa y durante cuánto tiempo. Si tu casa tiene una buena iluminación y prácticamente no haces uso de las bombillas, el ahorro será mayor.
Un último truco para ahorrar energía con las bombillas es revisar el número que tienes en cada estancia. En las que veas más de dos, prueba a quitar una y ver cómo afecta a la iluminación. Es muy fácil que apenas lo notes.