A través de este sistema, se permite liquidar en varios pagos periódicos una prima que, en principio, debería ser pagada por anticipado y de una sola vez.
Mejor planificación
Aunque, realmente, esta opción no es una medida de ahorro como tal, nos puede servir para planificar mucho mejor el gasto, algo que no viene nada mal de cara al comienzo del nuevo año para el que, seguramente, estarás preparando tu presupuesto. No obstante, es importante que te informes bien de las condiciones de la compañía: recuerda que algunas de ellas incluyen bonificaciones cuando el pago se realiza de una sola vez y quizá no te merezca la pena fraccionar; otras incluyen un recargo en función del tipo de fraccionamiento que se elige y otras muchas permiten dividir el coste sin aplicar ningún tipo de subida. Ten en cuenta también que, en ocasiones, será necesario que el precio de la póliza alcance una cantidad mínima para poder solicitar el fraccionamiento.
Permanencia
El fraccionamiento, sin duda, es una opción muy cómoda para aquellas personas que no pueden afrontar el pago de una vez. Eso sí, es importante recalcar que no supone el fraccionamiento del seguro, es decir, el asegurado no puede rescindir libremente la póliza al finalizar alguno de esos pagos, sino al vencimiento de cada anualidad. En otras palabras, el asegurado adquiere un compromiso de permanencia en la compañía hasta que termine de pagar los plazos anuales en los que ha dividido su póliza (mensuales, trimestrales, semestrales, etc…).
Otra ventaja que las compañías aseguradoras ofrecen es la posibilidad de agrupar en un solo recibo mensual el pago de toda la cartera de pólizas contratadas por los diferentes miembros de la unidad familiar, siempre y cuando figuren como tomadores e identificados en la compañía.
Como ves, el sector asegurador trata de ponerte las cosas mas fáciles de cara a la previsión económica para el nuevo año. Planifica y toma decisiones.