La inflación no es más que un aumento de precios generalizado, en este caso causado por el incremento del precio de la energía, que afecta a toda la cadena de valor y se traslada después a otros productos. En otras palabras, los precios suben y cada día pagas más por lo mismo.
Hay poco que puedas hacer como ciudadano para detener la inflación, pero sí hay varios trucos de ahorro y acciones que te ayudarán a que el aumento de precios no merme tu capacidad de gasto o, por lo menos, tu capacidad de ahorro.
1. Revisa tus gastos y actualiza tu presupuesto
La inflación va a poner a prueba tu capacidad de ahorro y de gasto. Es la excusa ideal para hacer balance de cómo y en qué gastas el dinero. En otras palabras, hacer un presupuesto si no cuentas con él, o revisar el que ya tienes.
Con un presupuesto podrás ver el efecto real de la inflación en tus cuentas y hacer tangible ese sentimiento de que todo es más caro. Es fácil que al hacerlo te sorprendas, ya que tendemos a sobreestimar el impacto de la subida de precios. Dicho de otra forma, que sí, todo es más caro, pero menos de lo que pensamos inicialmente.
En cualquier caso, revisar tus gastos te servirá para saber en qué gastas el dinero y tomar medidas al respecto.
Además, puedes aprovechar para poner en marcha tu plan de gasto consciente.
La subida de precios afecta sobre todo a los gastos variables, pero también puede hacerlo con algunos fijos. El más claro es el recibo de la luz. Incluso con el aumento del precio de la energía es posible recortar con estos 7 trucos para ahorrar en la factura de la luz.
Revisa también otros gastos fijos como el del móvil o los seguros que tienes contratados. Al hacerlo, piensa en cuáles son tus necesidades y ajusta lo que tienes a lo que de verdad usas. Por ejemplo, revisa si necesitas una fibra con tantos gigas o qué coberturas de tus seguros son realmente importantes para ti.
2. ¿Necesitas tantas suscripciones?
Las membresías están a la orden del día y no sólo en los servicios de streaming online. Un truco de ahorro para combatir la inflación es revisar cuántas tienes contratadas, cuáles son y hacer limpieza. Puedes empezar por eliminar duplicidades.
Si tienes Netflix, HBO y Amazon TV, seguro que puedes pasar sin una de ellas, e incluso sin dos, y optimizar tu gasto en ocio. A fin de cuentas, siempre tendrás tiempo de volver a ellas cuando termines con el catálogo de la otra. Y es que, saltar de una plataforma a otra puede ser un engorro y también un gasto innecesario.
Con el resto de suscripciones y membresías, puedes probar a desconectarlas un mes y ver cuánto las echas de menos. Es fácil que no tener acceso a esa comunidad o los contenidos de esa página sea mucho menos doloroso de lo que piensas. En otras palabras, que salvo excepciones, lo normal es que sólo notes que faltan los primeros días.
3. Busca alternativas dentro de tu cesta de la compra: apuesta por las marcas blancas
Igual que compramos por impulso, también lo hacemos por costumbre. Repasa tu cesta de la compra y verás muchos productos de marca para los que dispones de una versión en marca blanca que puede que ni hayas probado.
Este puede ser el momento de hacerlo y de sustituir ciertos productos por los de marca blanca. ¿Por cuáles empezar? Básicamente por aquellos artículos que no valores especialmente o sobre los que tengas dudas. Por ejemplo, el pan de molde, yogures o suavizante. Solo tienes que pararte a pensar qué artículos son importantes para ti y qué marcas marcan la diferencia de verdad.
4. Abraza los cupones de descuento
¿Y si no quieres abandonar tus marcas? Busca cupones de descuento. Este consejo es el extremo opuesto al anterior, y pasa por aprovechar el esfuerzo de algunas grandes marcas para promocionar sus nuevos lanzamientos, o para mantener otros en la cabeza de los consumidores a través de cupones descuento.
Hoy en día es fácil encontrar estos cupones en páginas especializadas y organizar tu cesta de la compra en torno a ellos. Algunos ejemplos son Chollometro.com, Proximaati.com, Oportunista.es o Valesycupones.es
También muchas aseguradoras y entidades bancarias tienen acuerdos con las marcas para aplicar descuentos a sus clientes comunes.
5. Aprovecha las pruebas gratis
Igual que existen cupones de descuento, también encontrarás pruebas gratis de multitud de productos. De nuevo, hay páginas especializadas en este tipo de pruebas gratuitas de productos como algunas de las que ya hemos mencionado, así como Baratuni.es o Regalosymuestrasgratis.com
También encontrarás ofertas en los supermercados, donde tendrás que comprar el producto y después adjuntar un cupón a la marca para que te hagan en el reembolso.
6. Escarba entre las ofertas y acumula (si puedes)
Ofertas de tres por dos, descuentos en la segunda unidad, cheques ahorro… Las promociones son un mundo en sí mismo y una buena opción de ahorro, en la cesta de la compra, y en cualquier adquisición.
En el caso de la compra, puedes aprovechar estas ofertas para acumular productos no perecederos que previsiblemente subirán de precio por la inflación. Sólo necesitas encontrar la oferta y tener espacio para almacenar en casa.
Una ayuda. 3×2, 2×1, 70% en la segunda unidad…las ofertas son muchas y muy variadas pero, ¿has pensado alguna vez cuál es la mejor?
La forma de evaluar cada oferta es mirar el porcentaje de descuento que consigues en cada unidad. En un 2×1 el ahorro es de un 50% en cada unidad; con el descuento del 70% en la segunda unidad el descuento es del 35% en cada una; y en el 3×2 el descuento es del 33,3% en cada unidad.
7. Compra de segunda mano
Otro truco de ahorro muy eficiente para combatir la inflación es comprar de segunda mano. Actualmente hay infinidad de plataformas donde encontrarás prácticamente de todo.
No hay una regla de oro para saber qué comprar o no de segunda mano, pero sí productos que es fácil que compensen como bicicletas para los niños, videojuegos, determinado material deportivo, mobiliario del hogar….
Al final se trata de tener en cuenta tres factores:
- Lo importante que es para ti ese producto concreto (recuerda lo que comentamos sobre conscious spending y cómo gastar para ser más feliz).
- El uso y vida útil que vaya a tener el artículo. Por ejemplo, la bici del niño la utilizarás durante uno o dos años a lo sumo.
- Cómo y cuánto se depreciará el valor del bien. Es decir, si ese artículo es de los que pierde mucho valor nada más comprarlo, como ocurre con los coches, o no. Si se deprecia rápidamente, comprarlo de segunda mano tendrá más sentido.
8. Vende lo que no necesitas
Este consejo es un complemento del anterior. Igual que compras de segunda mano, también puedes vender lo que no uses.
Retomando el ejemplo de la bici de los niños, puedes vender su bici antigua y con el dinero comprar la nueva. Esta misma estrategia sirve también para tu móvil o tu propia bicicleta, por ejemplo.
Hacer limpieza de lo que tienes en casa te ayudará a ganar dinero y a iniciarte en el minimalismo, que consiste en vivir con lo necesario y que te dará otra visión diferente sobre el consumo en general.
9. Adelanta compras (si crees que merece la pena)
En un escenario de inflación creciente, lo que hoy vale 100, mañana valdrá 101 y pasado mañana 102. Una solución para no pagar de más es adelantar alguna de tus compras, de manera que adquieras lo que necesitas antes de que suba de precio.
Este es el consejo general, aunque tampoco debes tomártelo al pie de la letra. Es cierto que la inflación durará más de lo previsto y que es estructural (afecta a todos los productos). Sin embargo, eso no quiere decir que comprar todo hoy vaya a ser más barato que hacerlo mañana.
La mayoría de artículos tienen unos ciclos de precios que se repiten año tras año. Es decir, que hay ciertas épocas donde son más baratos. Un ejemplo son los productos de tecnología, que bajan de precio con nuevos lanzamientos, ferias del sector o en temporadas como el Black Friday.
Para saber cuándo es el mejor momento para comprar puedes utilizar rastreadores de precios, que te dirán cómo ha evolucionado el coste de cada producto.
Por último, evita que la inflación pare tu plan financiero y de ahorro. Para lograrlo sólo tienes que automatizar tu ahorro.
10. Compara, compara y vuelve a comprar
Este consejo sirve tanto en tiempos de inflación como en cualquier otro momento, pero ahora es especialmente útil.
En entornos de inflación alta cada marca y comercio siguen su propia estrategia para trasladar el aumento de costes a sus productos. La traducción es que hay mayores diferencias entre establecimientos y marcas. La solución para ahorrar y salir ganando es comparar y hacer un seguimiento de precios.
Comparar tiene una ventaja adicional. El simple hecho de tener que buscar una alternativa actúa como freno contra el consumismo porque distancia el momento de la compra del impulso de consumo. Además, es posible que encuentres el producto más barato.