Un aumento importante
Pues bien, el pasado 1 de enero entró en vigor la subida de un 2% sobre el IPS, que ha pasado de un tipo impositivo del 6% al 8% y que afectará a las pólizas de coche, hogar, comunidades de propietarios, decesos, defensa jurídica y responsabilidad civil. El sector asegurador no está conforme con esa decisión. UNESPA, la patronal del sector, ha mostrado en repetidas ocasiones su rechazo a esta subida calificándola como “desproporcionada y carente de justificación”, en palabras de su presidenta, quien considera que este encarecimiento puede derivar en una disminución de las protecciones que contratan familias y empresas y, por consiguiente, en una mayor exposición al riesgo.
En linea con Europa
Pero ¿por qué justifica el Gobierno esta subida? Básicamente a través de dos argumentos: este tipo impositivo no ha variado desde 1998 y el gravamen sigue siendo un tipo inferior al existente en otros países europeos. En Alemania, por ejemplo, esta tasa se ubica en el 19%, en el Reino Unido en el 12,5%, o en Italia está entre el 12,5% y el 21,5%.
¿Cómo afecta al bolsillo?
¿De cuánto dinero estamos hablando? De un encarecimiento de entre 28 y 30 euros anual en la factura media de una familia. Según la Encuesta de Presupuestos Familiares, el 95% de las mismas tiene alguna póliza contratada, las más comunes, automóvil (79%), hogar (74%) y decesos (45%). Igualmente, se verán afectadas las empresas que tengan contratados los seguros afectados por la subida.
Un impacto desigual
¿Quién asume esta subida? ¿Asegurados o aseguradoras? Desde UNESPA comentan que dependerá de las políticas comerciales de las entidades, “cada una tendrá la suya y en la medida que pueda intentarán limar el impacto en sus clientes”. El impacto de esta medida se ha valorado por el Gobierno en unos 455 millones de euros, lo que supone un incremento de casi el 25% en la recaudación de este tributo.