Cuatro rasgos destacados sostienen esta afirmación:
Baja temporalidad, máxima igualdad
En primer lugar, la tasa de temporalidad es una de las más bajas de nuestro país: 1 de cada 25 trabajadores en seguros es temporal, frente a la media española que registra 1 de cada 4.
En segundo lugar, la igualdad. Es otra de las grandes características diferenciadoras del sector, ya que un 78% de las aseguradoras cuenta a nivel interno con un plan de igualdad. De hecho, en la actualidad el sector emplea a más mujeres que hombres. La presencia femenina en puestos de responsabilidad del sector crece: 1 de cada 6 puestos directivos está desempeñado por una mujer. En 2004, la proporción era de tan solo una mujer por cada 25 puestos de responsabilidad.
Salarios y formación en lo más alto
Además, el sector asegurador ha sido pionero a la hora de adoptar políticas de gestión de personal innovadoras, entre ellas muchas orientadas a la conciliación, el 94% de las empresas del sector aplica medidas en este sentido: horarios flexibles, teletrabajo, jornadas reducidas, permisos especiales, etc…
Tercer rasgo: el sector asegurador disfruta de una de las medias salariales más altas de toda la economía. En la lista de los principales setenta sectores empresariales de nuestro país, seguros está entre los diez primeros dentro de esta categoría.
En cuarto lugar, la formación. Las cifras son reveladoras: el sector invierte más de dos millones de euros al mes en este concepto. El 90% de los empleados recibe formación cada año, con una inversión media de 700 euros por persona. En total, más de un millón y medio de horas de formación al año que sería el equivalente a que 1.000 trabajadores al año no hicieran otra cosa más que formarse.
Rompiendo estereotipos
Sin embargo, hay todavía una asignatura pendiente a la hora de que este sector atraiga a nuevos profesionales y esta es el gran desconocimiento que existe entre la opinión pública de todo lo que puede ofrecer este sector como empleador.
Gran parte del problema reside en un estereotipo muy arraigado que relaciona a los profesionales de este sector exclusivamente con la venta de seguros. Nada más lejos de la realidad: expertos en programación y bases de datos, economistas, titulados en administración y dirección de empresas, especialistas en marketing y comunicación, matemáticos, estadísticos, abogados, ingenieros tienen cabida en un sector en pleno proceso de digitalización y personalización de sus productos.