En qué consiste planificar la herencia
Planificar la herencia consiste en pensar en tu legado, en cómo quieres repartirlo y qué acciones puedes llevar a cabo hoy para pagar menos impuestos y facilitar la vida a tus seres queridos llegado el momento, así de fácil.
¿Qué bienes voy a legar? ¿Me interesa más hacer una donación en vida o dejarlo como herencia? ¿Cómo quiero repartir mis bienes? ¿Quiero que hereden mis hijos o que lo haga mi cónyuge? Estas son algunas de las preguntas que deberías hacerte y responder.
A partir de ahí ya podrás pensar en cuáles son los mejores movimientos para legar, los que distribuirán tus bienes de la forma que quieres, pagando la menor cantidad de impuestos posibles y facilitando los trámites a tus herederos.
Estas son cinco herramientas que te pueden ayudar a lograrlo.
Hacer un testamento
El testamento es la herramienta central de planificación y ahorro en una herencia.
A través del testamento podrás decidir cómo quieres repartir la herencia, manteniendo siempre los límites que marca la ley. Por ejemplo, podrás decidir si quieres dejar a alguno de tus herederos algo más que al resto, e incluso qué bienes se queda cada uno (de nuevo, sin saltarse los tercios que establece el Código Civil).
En esta línea, si estás casado podrás establece que tu cónyuge se quede con el usufructo de todos tus bienes con un “testamento del uno para el otro y lo que quede para los hijos”.
Igualmente, podrás legar una parte de la herencia a quien tú quieras, sea o no heredero forzoso, gracias al tercio de libre disposición. Sin un testamento, todo irá a manos de los herederos.
El testamento te permite legar como tú quieres y no como dicta la ley. Además, también es una herramienta para ahorrar tiempo y dinero.
Para empezar, supone un ahorro al tramitar la herencia, ya que no hay que redactar el acta de declaración de herederos, que se realiza ante Notario.
Adelantar bienes en vida
Las donaciones son un adelanto de la herencia en vida. De hecho, un heredero no puede recibir más bienes vía donación de lo que le correspondería en la herencia, y si lo hace, el resto podrían impugnar la herencia.
Una donación es una alternativa a la herencia que tiene sus ventajas y desventajas, desde un punto de vista fiscal y de gestión.
En términos fiscales, una donación también tributa. Lo hace en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, sí, el mismo que la herencia, pero en la parte de donaciones. Como con la herencia, paga quien recibe los bienes o el dinero.
Como norma general, donar es más caro que legar, pero todo depende de la comunidad en la que resida el donatario (quien recibe la donación), lo que se done, y el fin con el que se haga. Y es que existen distintas bonificaciones que conviene conocer.
La pregunta más habitual aquí suele ser: ¿Es mejor donar la vivienda o dejarla en herencia? De nuevo, la norma general hace que normalmente sea mejor heredar que donar una vivienda.
Por un lado, en una sucesión el porcentaje de impuestos es menor. Por otro lado, al donar una vivienda, el donante pagará los mismos impuestos que si vendiese la casa (la diferencia entre el precio de compra y de venta). Con una herencia el fallecido no paga impuestos.
Eso sí, una donación puede ser una forma de ahorrar impuestos si se planifica de forma adecuada. En el último punto entenderás por qué.
Utilizar los productos financieros adecuados
Igual que hay diferentes productos financieros en función de tu perfil de riesgo, también los hay que permiten una mejor planificación de la herencia.
Los seguros de vida-ahorro son el mejor ejemplo, ya que permiten designar quién recibirá el dinero en caso de fallecimiento, algo que no permiten los fondos de inversión o una cartera de acciones, que se repartirá entre todos los herederos.
En este artículo abordamos explícitamente cuáles son los productos financieros con los que planificar tu legado.
Preparar el pago de impuestos
Heredar implica pagar impuestos y es importante planificarlo. En otras palabras, asegurarte de que tus herederos tendrán dinero para hacer frente a los tributos, y también que pagan lo menos posible.
Es posible prepararse para la primera contingencia dejando un dinero en una cuenta corriente para que los herederos puedan disponer de ella, aunque también servirá un seguro de vida o el dinero de inversiones como acciones o fondos de inversión. Llegado el momento, los herederos podrían solicita acceder a este capital para pagar el Impuesto de Sucesiones, que es un requisito para acceder a la herencia.
¿Y para pagar menos impuestos al heredar? Una forma de reducir la factura fiscal es adelantar parte de la herencia mediante una donación. La razón es que, en una herencia, cuanto más recibes, más pagas. Al hacer una donación rompes la progresividad del impuesto, ya que reduces la base imponible (el total que heredas y sobre el que se calcula el impuesto).
Facilitar los trámites al fallecer
Por último, una de las ventajas de pensar a largo plazo es que podrás facilitar la vida a tus seres queridos.
Del mismo modo que hay que pagar impuestos, también hay que hacer frente a una serie de gastos y trámites al morir. El coste medio de un entierro en España es de 3.700 euros según la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), aunque hay enormes diferencias entre comunidades autónomas.
Puedes planificar esos gastos dejando dinero en metálico, a través de un seguro de vida o mediante un seguro de decesos que, además de pagar los gastos, se encargará de los trámites relacionados con el fallecimiento como pedir la pensión de viudedad o la baja en la Seguridad Social, por ejemplo.
Al final, planificar la herencia te ayudará a ti a pensar en tu futuro, y a los tuyos cuando llegue el momento.