Conexiones cotidianas
Todo ello es posible gracias a la interconexión de los objetos cotidianos a través de la Red, es decir al Internet de las Cosas. Y todo ello se traduce en una gran cantidad de información que las compañías aseguradoras pueden aprovechar para contribuir a mejorar la calidad de vida de sus clientes. ¿Cómo?
Conocer al cliente
Básicamente, a través de un buen análisis de todos los datos que generan “nuestras cosas”: nuestros patrones de consumo, nuestra forma de conducir, las condiciones de nuestro hogar e, incluso, los datos relacionados con nuestra salud… Todo este conocimiento sobre nuestros hábitos facilita el que las aseguradoras puedan ofrecernos productos mucho más personalizados centrados en nuestras necesidades reales y en nuestro perfil de riesgo.
Cubrir riesgos, pero también prevenirlos
El sector ya está en ello. De hecho, según una encuesta realizada por Accenture, el 39% de las grandes compañías de seguros ya está trabajando en productos y servicios relacionados con IoT y el 44% cree que este segmento de negocio será cada vez más importante para el sector. Es más: este conocimiento sobre el cliente podría hacer que las compañías aseguradoras puedan asumir un papel mucho más activo en la prevención de riesgos, especialmente en tres ámbitos destacados: automóvil , salud y hogar.
6.500 millones de conexiones…y creciendo
Los expertos consideran que el IoT supondrá una gran oportunidad para mejorar e innovar dentro del sector asegurador en beneficio de los clientes. Se estima que actualmente existen unos 6.500 millones de aparatos conectados a Internet y que cada día se suman 3 millones. Otra cifra para reflexionar: este año, el IoT generará 50 trillones de gigabites en información. El gran reto reside en la capacidad para ordenar esta cantidad ingente de información, saber desentrañar los datos verdaderamente interesantes y analizarlos para poder predecir el riesgo de los clientes.