¿Soy hormiga o cigarra?
No todo el mundo tiene un perfil ahorrador. Puede que seas de los que se gastan hasta el último euro o puede que seas una hormiguita. Antes de empezar tu plan de ahorro para el nuevo año, es importante que sepas cuál es tu perfil. Con el decálogo del buen previsor te ayudamos a pensar en el futuro y ahorrar.
¿Por dónde empiezo?
No eres el primero que se plantea empezar a apartar algo de dinero pensando en el futuro. Por eso, ya existen métodos probados que harán más fácil que lleves adelante tu propósito. Elige el más adecuado para ti.
- El método de las seis huchas. Divide tu dinero de forma que el 55% vaya a una cuenta de gastos corrientes como comida, casa, salud o transporte, un 10% para una cuenta de diversiones, otro 10% para una cuenta de inversiones, otro 10% para una cuenta de educación y un 10% para compras más grandes como un vehículo u obras en la casa. El 5% restante es para ayudar a los demás.
- La regla de las 52 semanas. Esta técnica consiste en ahorrar a lo largo de las 52 semanas que tiene el año. La primera semana ahorraremos 1 euro, la segunda 2 euros, la décima 10 euros, hasta la última semana del año con 52 euros. Con este método habremos conseguido a final de año 1.378 euros.
- El método del sobre. Si tienes menos disciplina, puede resultarte útil este método. Se trata de introducir en un sobre a primeros de cada mes el dinero que queremos gastarnos en ocio. Este dinero se usa hasta que se gasta. Y cuando esto sucede, salir a cenar o al teatro se deja para el mes siguiente. Quedarse en casa y leer libros o ver películas es también un plan muy atractivo.
¿Déficit o superavit?
Una vez has elegido cómo vas a ahorrar, es importante que analices tu situación financiera. ¿Gastas más de lo que ingresas? ¿Sabes cuánto gastas cada mes?
Para tener una foto de tu situación real, puedes hacer un Excel con toda la información o dejarlo en manos de herramientas y soluciones tecnológicas ya existentes. Seguro que tu banco tiene una aplicación que te ayuda a hacer un seguimiento de tus ingresos y de tus gastos, aunque no tienes que olvidar sumarle el dinero que sacas en las disposiciones de efectivo en cajeros o sucursales bancarias.
¿Y si me voy a comprar una casa?
Si necesitas adquirir una vivienda o comprar un vehículo, tenlo en cuenta a la hora de organizar tu plan de ahorro. Se trata de gastos importantes que van a condicionar la economía familiar. Ten en cuenta tus objetivos y establece prioridades. Lo importante es que las metas sean cuantificables y concretas.
Cada pequeño gesto suma
Lo más importante es modificar nuestra manera de consumir. Cambia el chip y olvídate de los gastos innecesarios. Haz un presupuesto mensual en el que decidas cuánto dinero vas a dedicar a ocio o caprichos. Ten en cuenta el ahorro al hacer la compra, no olvides comparar precios y ¡cuidado con los caprichos! En casa, utiliza luces led y controla el gasto eléctrico y de gas; no hace falta pasar frío para ahorrar, basta con hacer un consumo responsable. Lo agradecerán nuestro planeta y tu economía.