Sin embargo, el minimalismo es anterior a la famosa autora japonesa y sus consejos para llevar una vida ordenada.
En qué consiste el minimalismo
La RAE define el minimalismo como una “tendencia estética e intelectual que busca la expresión de lo esencial eliminando lo superfluo”, un buen acercamiento a la propuesta básica de esta tendencia.
Y es que, el minimalismo consiste en precisamente en tener más, con menos. Más felicidad con menos cosas, más tranquilidad con menos necesidades de consumo y de bienes físicos. Ya decía Sócrates que “el secreto de la felicidad no se encuentra en la búsqueda de más, sino en el desarrollo de la capacidad para disfrutar de menos”.
Esa es la base del minimalismo, que no necesariamente consiste en vivir como un ermitaño o, como hacen los seguidores más extremos de esta tendencia, tener sólo 100 posesiones (ropa incluida). En realidad, el minimalismo tiene que ver más con el gasto consciente y con saber identificar lo que para ti es realmente importante.
En otras palabras, tomar conciencia de lo que necesitas de verdad, qué cosas te hacen feliz, y simplificar tu estilo de vida para enfocarte en ellas.
Quizás la forma más fácil de entenderlo es a través del minimalismo aplicado al orden y decoración en casa. Párate a pensar en tu armario. ¿Cuánta ropa tienes que hace meses que no usas (y no porque no sea de temporada)? Esa ropa que tienes ahí parada ocupa un espacio y puede que incluso te genere ansiedad o desasosiego verla, pero al mismo tiempo te dé pena tirarla.
Lo mismo ocurre con muchos recuerdos y elementos decorativos que guardas y que incluso pueden condicionar la decoración de tu hogar, además de suponer un trabajo extra para cuidar y limpiar.
El minimalismo te invita a reflexionar sobre esa costumbre de acumular y esa inercia de necesitar más. El objetivo final es centrarte en lo que de verdad es importante para ti, algo que te ayudará a simplificar tu estilo de vida y también tus objetivos porque, al final, no hay tantas cosas que nos satisfagan de verdad.
El minimalismo financiero
Minimalismo, ahorro y finanzas van de la mano. El mismo concepto de minimalismo ya tiene en sí mismo un claro componente económico y de consumo.
Como pones el foco en lo que para ti es importante, vas a poder prescindir de muchos gastos superfluos que tienen más que ver con el consumismo que con tus necesidades. En otras palabras, vas a ahorrar más y, sobre todo, a usar mucho mejor tu dinero.
Cómo convertirte en un minimalista financiero
Practicar el minimalismo financiero es más fácil de lo que piensas. Simplificado al máximo, consiste en revisar tus gastos y quedarte con los que son claves para ti, utilizando el resto para lograr tus objetivos vitales, que normalmente serán cosas más enfocadas al largo plazo.
En pocas palabras, la fórmula clásica de la libertad financiera: gasta menos de lo que ingresas e invierte el resto.
Esta sería la forma de empezar con el minimalismo paso a paso:
1. Párate a pensar: qué te hace feliz
El primero paso del minimalismo en cualquier ámbito es conocerte a ti mismo. Aclara tu mente, piensa las cosas que disfrutas, qué momentos han sido los más felices en tu vida, lo que te aporta valor en tu día a día…
Te sorprenderá ver lo poco que tardas en encontrar una línea maestra que une la mayoría de las cosas.
2. Simplifica tu vida: qué tienes en casa y en qué gastas tu dinero
Una vez sabes lo que te hace feliz, todo es cuestión de foco y de ir eliminando todo lo que no te aporta valor.
Para reducir tus pertenencias con sentido puedes hacerte tres preguntas: ¿de verdad lo necesito?, ¿es algo que me hace feliz? y ¿hace cuánto que no lo uso?
Con los gastos empieza por hacer un presupuesto básico que te permita ver cuáles son tus gastos reales. A buen seguro encontrarás infinidad de partidas que no te hacen especialmente feliz. Si quieres ir poco a poco, empieza por los gastos fijos, que son más fáciles de eliminar que los que tienen que ver con hábitos de consumo.
3. Simplifica y automatiza tus finanzas
Al tiempo que aplicas el minimalismo a tu hogar y a tus gastos, puedes aprovechar para hacerlo lo mismo con todo tu entramado financiero.
La premisa básica es sencilla: simplifica y reduce las herramientas con las que trabajas y automatiza cuando puedas.
Traducido a acciones concretas.
- Automatiza tu ahorro como explicamos aquí.
- Desautomatiza y paga de forma manual los gastos que no sean claves para ti o imprescindibles en tu vida.
- Simplifica tu esquema financiero y elimina los productos que no necesitas. Por ejemplo, nadie necesita 5 tarjetas de crédito o 5 cuentas corrientes, por ejemplo. Otra cosa son ya los productos de inversión, donde diversificar es importante.
Qué puedes conseguir con el minimalismo financiero
Hay 6 ventajas de tener unas finanzas minimalistas que no son evidentes y pueden tardar en llegar, pero que terminan apareciendo.
Dirás adiós a las deudas
Simplificar tus necesidades y tu economía evitará que caigas en las trampas de la deuda y las compras compulsivas. Necesitas menos y, por lo tanto, compras menos.
Gracias al minimalismo conocerás mejor tus objetivos vitales y será más fácil aplicar la máxima de que si no puedes pagarlo, no debes comprarlo.
En esta línea, también puede ayudarte a salir de las deudas. Por un lado, como verás ahora, lo normal es que gastes menos y ahorres más, por lo que podrás poner en marcha un plan para reducir esas deudas.
Por otro lado, al conocer tus metas y objetivos, serás más consciente del efecto de la deuda sobre tus finanzas y eso te llevará a tomar cartas en el asunto.
Ahorrarás más y mejor
El minimalismo lleva a gastar el dinero en función del uso que le vas a dar a cada cosa. De hecho, lo primero que debes preguntarte antes de comprar cualquier cosa es si lo necesitas y cómo de feliz te hará esa compra.
Lo normal es que ni lo necesites, ni te vaya a hacer muy feliz a largo plazo (a corto plazo sí, porque a tu cerebro le gusta comprar).
La consecuencia es que consumirás menos y con mucho más foco. La traducción práctica es que ahorrarás más dinero que antes.
Comprarás mejor
El simple hecho de pararte a pensar cómo consumes hará que compres menos y tu estilo de vida minimalista hará que esas compras tengan más sentido y calidad.
Para empezar, serás capaz de evitar la trampa de muchas ofertas, que buscan activar el sesgo de aversión a la pérdida. Cuando dejamos escapar una promoción es como perder una oportunidad y a nuestro cerebro le gusta ganar, pero, sobre todo, odia perder.
Además, comprarás productos de una calidad adecuada a su importancia para ti y al uso que les vas a dar. Por ejemplo, te olvidarás de esas botas de montaña superbaratas que te van a durar una temporada, y cogerás unas mejores que te durarán cuatro y que son más cómodas, aunque cuesten algo más.
Ganar más dinero (si vendes lo que no uses)
Una de las bases del minimalismo es renunciar a lo que no te hace feliz en la vida para centrarte en lo que sí lo hace. Es la forma de simplificar tu hogar y lo que hay en él.
Dicho de otra forma, reducir lo que tienes en casa. ¿Y qué puedes hacer con todas esas pertenencias que ya no necesitas? Puedes empezar por venderlas y obtener así un dinero que te acerque a tus objetivos financieros.
Para ser coherente, puedes donar o regalar lo que no consigas vender o que no esté en condiciones de que te compren, y reciclar el resto.
Tener más tiempo libre
Esta ventaja del minimalismo no es tan evidente a simple vista, pero también es interesante.
Como tienes menos cosas, necesitas dedicar menos tiempo a tareas de mantenimiento. Para que lo entiendas mejor, piensa en una casa llena de baldas y estanterías con figuras y decoración que debes limpiar. Ahora imagina una casa con diseño minimalista y espacios diáfanos. ¿Cuál lleva más tiempo mantener?
Lo mismo ocurre con tus finanzas cuando simplificas tu estructura financiera y automatizas.
Vivir con menos estrés y ser más feliz
Al final, el minimalismo es una forma de evitar el estrés financiero por no ahorrar lo suficiente, gastar más de lo que quieres en cosas que no te interesan, o sentir que no estás enfocando tu vida en lo que te hace feliz.
Una vez lo haces y eres consciente de ello, los niveles de estrés se reducen y tu felicidad y tranquilidad aumentan.