Aumento de la esperanza de vida, aumento de la dependencia
En España cerca de 9 millones de personas tienen más de 65 años y, de éstas, cerca de tres millones han alcanzado ya la edad de 80. Se calcula que en 2065 habrá más de 14 millones de personas mayores de 65 años, lo que representará un 34,6% del total de la población en ese momento. ¿Cómo hacer frente a las situaciones de dependencia en un contexto económico de incertidumbre?
La Ley de Dependencia aprobada en 2006 se creó para proporcionar ayuda económica o asistencial a estas personas pero, lógicamente, sus prestaciones tienen requisitos y limitaciones que los beneficiarios deben cumplir para acceder a ellas. Como sucede con otros muchos ámbitos, el sector asegurador, a través de los seguros de dependencia, ofrece una alternativa complementaria a las prestaciones sociales por esta causa.
Pago económico o prestación de servicios
Este tipo de seguros garantizan una indemnización en forma de pago de renta mensual, o bien la percepción de un capital o el coste de la prestación de un servicio. En este último caso, la prestación de servicio puede cubrir el coste de una plaza en un centro asistencial al que acuda el asegurado durante un número de días al año; o servicios de ayuda a domicilio como los de cuidado personal; o bien servicios de teleasistencia, es decir, los que ayudan a personas mayores o con alguna discapacidad que viven solas y a través de los que se les proporciona comunicación, autonomía y seguridad en situaciones de necesidad mediante un dispositivo para comunicar con un servicio que le prestará la asistencia necesaria.
Uno de los requisitos para tener acceso a esas prestaciones públicas es tener reconocida la situación de dependencia por parte de la Comunidad Autónoma correspondiente, lo que, en ocasiones, se retrasa en el tiempo. Otro valor añadido que ofrecen algunos seguros es que sus clientes pueden recibir la prestación de sus pólizas de dependencia con la simple valoración de un perito de la compañía, sin tener que esperar al reconocimiento oficial de su situación de dependencia.
Para la contratación de un seguro privado de dependencia las aseguradoras pueden solicitar al asegurado la realización de un cuestionario de salud, para valorar las coberturas concretas que puede ofrecerle; y en ocasiones puede proponer la exclusión de prestaciones que sean consecuencia directa de enfermedades preexistentes a la contratación del seguro, teniendo en cuenta dicho cuestionario de salud.
De esta manera, los seguros de dependencia permiten diseñar respuestas que puedan adaptarse a la situación particular de cada persona dependiente asegurando su calidad de vida, los cuidados que necesita, así como su dignidad y su bienestar.