Son muchas las contingencias que pueden ocurrir y afectar a la ya de por sí arriesgada aventura de trabajar por cuenta propia. Por ello vamos a hacer un repaso de las diferentes fórmulas aseguradoras con las que los autónomos pueden hacer frente a los imprevistos.
Seguros obligatorios
Aunque un trabajador por cuenta propia solo está obligado en principio a los seguros sociales mediante el pago de la cuota de autónomos, esto cambia si el profesional cuenta con asalariados, su actividad se desarrolla en un local comercial o si necesita de un vehículo para gestionar el negocio. En estos casos es obligatorio un seguro de responsabilidad civil, que tiene como fin proteger al autónomo frente a los daños y perjuicios que su actividad pueda ocasionar a terceros.
Seguros no obligatorios
El 72% de los trabajadores por cuenta propia tiene miedo a pedirse una baja laboral por la pérdida de ingresos que ello supone. La contratación de un seguro de baja laboral, así como de un seguro de accidentes para autónomos, representa una interesante fórmula para mitigar el efecto de este tipo de imprevisto. Por otra parte, cada vez son más los autónomos que optan por contratar su propio seguro de salud ya que al poder tratarse en la sanidad privada pueden acortar tiempos de espera a la hora de hacer pruebas diagnósticas o de someterse a una intervención.
Durante el confinamiento, con el incremento de la actividad on-line, muchos autónomos se han visto obligados a diversificar su actividad a través de Internet, lo que ha propiciado un aumento de los riesgos cibernéticos para su negocio. De ahí que la contratación de un seguro de ciberriesgo se haya convertido en algo muy habitual.
Por último, y de cara al futuro, el seguro de jubilación es una interesante alternativa para estos profesionales: este seguro responde al hecho de que la mayoría de los autónomos cotiza por la base mínima, por lo que al final de su vida laboral la pensión a cobrar puede ser demasiado escasa. Este seguro complementa la capacidad económica del autónomo cuando llega el momento de jubilarse.
Como ves, la industria aseguradora no deja de innovar para que los profesionales autónomos, que representan más del 90% del tejido empresarial de nuestro país, puedan seguir adelante con su actividad superando cualquier imprevisto.