Los tiempos han cambiado
Hasta hace no mucho tiempo la actuación del perito era eminentemente presencial, un trabajo “de calle”, por así decirlo. Un ejemplo eran los peritos que visitaban los talleres de coches para evaluar los daños a los vehículos. Pero poco a poco la tecnología, a través de soluciones de movilidad, comenzó a facilitar el que los peritos pudieran estar conectados en red con la compañía aseguradora. De esta manera, cada perito, por ejemplo, podía gestionar con mayor agilidad desde su propio dispositivo las visitas a los talleres y, al mismo tiempo, volcar online la información de cada peritaje para que el usuario conociera al instante el estado de la reparación de su vehículo. Hoy, gracias a los servicios de teleperitaje, ya no se requiere la presencia física del perito, ya que este puede valorar un siniestro a través de fotografías o de vídeos que le suministra el reparador.
Tecnología y cercanía
Pocos imaginaban que la aparición del coronavirus iba a suponer un nuevo gran acelerón en esta dinámica de la teleperitación online. En los meses del confinamiento que vivimos durante el estado de alarma, los siniestros siguieron produciéndose, especialmente en el hogar, pero también en el ámbito del sector transportista y de traslado de mercancías, en el que se trabajó a pleno rendimiento para que no se produjera un desabastecimiento en los supermercados. ¿Pero que ocurría en caso de una incidencia? ¿Cómo se desplazaban los peritos para valorar un siniestro? A efectos de peritación, la tecnología consiguió que la industria aseguradora permaneciera cerca de sus clientes: gracias a las fotografías o un vídeos del siniestro estos profesionales pudieron seguir ejerciendo su trabajo. Y ya no era el reparador, sino el propio usuario el que podía enviar la información. El problema de la limitación de la movilidad terminó por convertirse en una gran oportunidad.
Ventajas claras
El dato es revelador: durante el confinamiento el uso de herramientas de teleperitación aumentó en un 300%. Y es que las ventajas son claras: además de una gran mejora de imagen y cercanía del sector, un evidente ahorro de costes y, sobre todo, de tiempo, una mayor agilidad, inmediatez y también precisión a la hora de ofrecer una respuesta al usuario.
Peritos al día
Ahora a los peritos se les exige una constante evolución y un conocimiento cada vez más especializado de las diferentes herramientas tecnológicas que ayudan enormemente a sus tareas de investigación y tasación: drones, herramientas de medida láser, visores térmicos, fotografía, equipos informáticos… Todo un mundo de posibilidades al servicio del usuario final.