Según los datos de la Agencia Tributaria el coste medio de un coche nuevo en España es de 22.750 euros. Con ese precio, es normal que la primera pregunta que deberías hacerte no es qué coche comprar, sino más bien si realmente necesitas un coche en propiedad en tu vida.
Y es que, un coche supone un importante desembolso económico en un bien que se depreciará entre un 10% y un 20% en un año tras salir del concesionario. Dicho de otra forma, como inversión pura y dura, estás destinando tu dinero a un objetivo que cada año valdrá menos dinero.
Cuánto cuesta tener coche
Además, se trata de un objeto que supondrá un gasto año tras año. ¿Quieres saber de cuánto estamos hablando? Este sería un resumen:
- Seguro de coche. Los coches están obligados a tener un seguro y su precio dependerá mucho de tu situación como conductor (edad, experiencia, donde vivas…), del propio vehículo y del tipo de seguro que elijas. Desde seguros.es estiman que el coste puede ir desde los 130 hasta los 475 euros al año de media. Si quieres hacer una idea más exacta, en internet pueden encontrarse varios comparadores de precios.
- Impuestos, que se traducen en el famoso Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) y que dependerá de los caballos fiscales de tu vehículo. El coste del impuesto de circulación oscilará entre los 20 y los 270 euros.
- Mantenimiento e ITV. El precio de la ITV es libre, pero puede ser fácilmente de 50 euros. Los primeros 4 años estarás exento, pero a partir de ahí deberás acudir cada dos años y de forma anual a partir los 10 años de vida. A esto debes sumar el mantenimiento y las revisiones, muy ligadas al uso que hagas del coche. Cada revisión supondrá entre 100 y 300 euros, según el kilometraje.
- Combustible o electricidad. En el entorno actual que nos encontramos, con los costes de combustible por las nubes y al alza, el importe por este concepto ronda los 1.200 € anuales por usuario a nivel particular. Por otro lado, el parque móvil de vehículos híbridos o eléctricos está creciendo, pero aún no es significativo para disponer de cifras fiables de consume energético asociado a este tipo de vehículos.
- Aparcamiento, en caso de que necesites garaje para el coche. ¿Y si ya lo tienes? Siendo técnicos, tendrías que valorar el coste de oportunidad por no alquilarlo. Es decir, cuánto dejas de ingresar por no alquilarlo y utilizarlo para tu coche.
- Averías. Por último, tampoco debes olvidarte de las averías, un gasto complicado de cuantificar, pero que conviene tener en cuenta.
La suma de todos estos gastos será tu presupuesto de transporte anual, que con los datos que hemos manejado hasta ahora puede oscilar aproximadamente entre 1.500 y 2.400 euros al año.
Para ajustar más la cifra puedes también dividir el precio de compra del vehículo entre 13, que son los años de vida media de un coche en España. Con el ejemplo anterior (22.750 euros), estaríamos hablando de 1.750 euros más para tu gasto en transporte. Si decides financiar el coche, la cuota del préstamo puede hacer esa misma labor.
Pues bien, vamos a suponer que en ser propietario del coche suponga un coste de 3.600 euros de media. Ese es tu punto de partida para averiguar si desde un punto de vista financiero te compensa tener coche.
Y la clave para tomar la decisión pasa por ver qué uso real haces del coche y cuáles son tus alternativas si no tienes un vehículo propio, así como el coste de cada una de ellas. ¡Vamos a verlas!
- Transporte público. La opción más económica. De hecho, si ya venías utilizándola como alternativa al coche, es fácil que puedas vivir sin un vehículo en propiedad.
- Carsharing, una opción muy de moda en las grandes ciudades. Básicamente consiste en el alquiler de un coche por minutos u horas a través de una App. Estos vehículos, que además fomentan la movilidad sostenible, te darán la flexibilidad de contar con un coche cuando realmente lo necesites. El coste del servicio dependerá, pero van desde los 0,17 euros el minuto hasta los 49 euros por un día concreto, a los que puedes tener que sumar un seguro -aquí puedes ver lo que cubren los seguros en el carsharing-.
- Otras opciones de movilidad urbana, que incluyen patinetes, bicis y motocicletas eléctricos. Si bien no son como un coche, pueden ajustarse a lo que necesitas según la distancia que debas recorrer.
- Taxi o VTC. La alternativa clásica al coche. Según los cálculos de Xataka, con lo que cuesta tener un coche puedes hacer cerca de 200 carreras al año en taxi.
- Compartir o alquilar coche para viajes. Los grandes viajes son el punto de fricción más claro a la hora de determinar si necesitas o no coche. Como norma general, si vas a viajar mucho, tener coche en propiedad puede compensar económicamente y, sobre todo, desde un punto de vista de comodidad. Sin coche propio existen alternativas como alquilar un coche en tus viajes (su coste es elevado) o compartir coche para grandes distancias con aplicaciones como Blablacar.
Al final, se trata de pensar en qué uso real vas a hacer del coche y tomar una decisión basada en los números y tus preferencias. Por ejemplo, si en tu día a día eres muy urbanita, te mueves por ciudad y en tu ciudad hay soluciones de carsharing, quizás el coche no sea para ti.
Sin embargo, si a ese mismo perfil le sumas escapadas al pueblo o a otra provincia para ver a tus familiares, en ese caso el coche puede merecer la pena. De hecho, cuantas más personas seáis para viajar (familia con dos hijos, por ejemplo), más amortizarás el coche, aunque solo sea por los grandes viajes.
Vale, necesito un coche a tiempo completo ¿Qué opciones tengo?
Has hecho números y tienes claro que necesitas un coche a tu disposición. ¿Deberías correr al concesionario? No necesariamente. Comprar el coche es sólo una de las alternativas que tienes a tu disposición.
Frente a la adquisición está el alquiler del coche vía renting. Con el renting alquilas el coche durante un plazo limitado, que normalmente es de entre 4 y 5 años, a cambio de una cuota mensual.
Esta cuota suele incluir, además de poder tener el propio coche:
- El seguro del vehículo.
- El mantenimiento y las revisiones.
- Reparaciones que hagan falta, salvo que la avería sea por una negligencia tuya.
- Los impuestos del coche.
En resumen, prácticamente todo lo que pagarías por tener el coche en propiedad salvo la gasolina y el aparcamiento.
Eso sí, a la hora de valorar tener el coche en renting, hay dos cosas que debes vigilar. La primera es lo que incluye el seguro del coche y la segunda cuál es el límite de kilómetros, porque todos los contratos incluyen una cifra.
¿Cómo tomar la decisión entre compra y renting?
Hay una forma de elegir qué modelo es para ti en apenas cinco pasos.
- Revisa el coste del renting del coche que quieres.
- Revisa el coste del coche si lo comprases nuevo.
- Calcula los costes para ese vehículo cada año. Esto incluye los conceptos que hemos detallado antes: el seguro, mantenimiento y revisiones, cambio de neumáticos e impuestos.
- Calcula por cuánto podrías vender el coche al cabo de cuatro o cinco años (la duración del renting).
- Haz números. Calcula la diferencia entre el coste del renting frente al de comprar y vender el coche cada 5 años.
Esto te dirá qué opción es mejor si lo que quieres es cambiar de coche cada poco tiempo (aquí en renting sale ganando).
¿Y si no es tu caso? Si no te importa comprar y mantener tu coche durante 10, 11 e incluso 15 años, la opción óptima desde un punto de vista financiero es la compra.
Lo quiero en propiedad: Cómo ejecutar la compra
Si llegados a este punto tienes claro que vas a comprar coche, sólo quedan tres cosas más que debes valorar:
- Qué tipo de coche quieres: eléctrico, híbrido, gasolina o diésel. A priori, los dos primeros son los que mejor se adaptarán a las crecientes restricciones para circular en determinadas ciudades por la contaminación. Eso sí, si planeas hacer grandes viajes, un coche eléctrico cuenta con el inconveniente de que deberás planificar mejor tus paradas para repostar y que éstas serán más largas.
- ¿Nuevo o de segunda mano? El valor de un coche cae en picado durante el primer y segundo año de vida, lo que hace que los coches de segunda mano sean una buena opción para optimizar valor que consigues por el precio que pagas. Aquí se incluirían también los coches de kilómetro 0 que suelen ofrecer los concesionarios. La única excepción a la norma general son los coches eléctricos, en los que ha habido grandes avances que hacen que debas mirar bien antes de comprar de segunda mano.
- Cómo ejecutar la compra. ¿En metálico o con financiación? La regla general es que no financies la compra del coche si tienes el dinero para pagar. Es decir, que no pidas un préstamo para comprar coche y si vas a hacerlo, que preguntes más allá del préstamo que te ofrezca la financiera del concesionario.
Por desgracia, esta regla de oro tiene sus particularidades. Lo que debes valorar en este caso es de dónde vas a obtener ese dinero y el coste de oportunidad.
Para el primer caso imagina que tienes esos 22.750 euros que cuesta el coche, pero que están invertidos en un fondo de inversión. Al recuperar ese dinero vas a tener que pagar impuestos por esa inversión y es importante que calcules a cuánto ascienden, porque pueden superar los intereses a pagar por el préstamo.
El segundo punto está relacionado con el primero y es el coste de oportunidad, que es el coste de la alternativa a la que renuncias cuando tomas una decisión. En este caso, lo que dejas de hacer con esos 22.750 euros que vas a pagar por el coche y que, por ejemplo, podrías invertir a largo plazo si financias la compra.
Aquí la regla de oro más sencilla para saber qué hacer pasa por preguntarte si vas a ser capaz de obtener para ese dinero una rentabilidad superior al tipo de interés que vas a pagar con el préstamo para el coche.
A modo de ejemplo, si estimas que podrás lograr un beneficio del 8% con tus inversiones y el tipo al que financias el coche es del 6%, financia el vehículo, porque será más rentable (eso sí, recuerda que toda inversión supone un riesgo).