No es seguro cuándo llegará esa subida o si habrá más de una antes del final de año, pero lo que sí parece claro es que el precio del dinero y los tipos de interés no seguirán al 0%, y por eso sube el Euribor pese a que todavía no haya cambios oficiales.
En este entorno es normal preguntarse qué hacer con la hipoteca, tanto si estás buscando casa y necesitas financiar la compra como si ya tienes una.
Qué hacer si buscas hipoteca
¿Hipoteca a tipo fijo o a tipo variable? Esa es la pregunta clave, la que todo comprador de casa con hipoteca se hace. La posible evolución del Euribor tiene mucho que decir a la hora de decidir, por lo menos desde un punto de vista financiero.
El periodo de tipos en negativo y al 0% que hemos vivido ha permitido el crecimiento de las hipotecas a tipo fijo. Históricamente las hipotecas a tipo variable han dominado el mercado, pero en los últimos años cada vez se firman más préstamos a tipo de interés fijo, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Esto es resultado de poder contratar una hipoteca fija a tipos competitivos y bajos, algo que no se daba en el pasado.
¿Cómo afecta la previsible subida del Euribor a esta decisión? El aumento de tipos y del Euribor hará subir el tipo de interés de las hipotecas fijas. De hecho, algunas entidades financieras han empezado ya a subirlo y a promocionar más activamente las hipotecas a tipo variable.
Tampoco debes engañarte en este sentido. Que el Euribor aumente hará que pagues más de base por una hipoteca a tipo variable. Es más, si el Euribor va a subir y mantenerse alto, un tipo fijo a los niveles actuales puede ayudarte a cubrir ese hipotético aumento.
Una solución intermedia son las hipotecas mixtas, que proponen un tipo fijo los primeros años y uno variable después. Así puedes protegerte ante el aumento del Euribor y ganas tiempo para planificar y ver qué pasa en el futuro.
En resumen, desde un punto de vista financiero empezarás pagando menos con la hipoteca variable, pero la cosa puede cambiar rápidamente en función de cómo y cuánto suba el Euribor. Si este aumento es rápido y cuantioso, esa ventaja inicial puede desvanecerse.
En cualquier caso, la decisión de qué hipoteca contratar va más allá de lo que haga el Euribor. Es una decisión que tiene que ver con el nivel de seguridad que busques para tus finanzas y cómo quieras planificarte.
Una hipoteca a tipo fijo es más segura porque sabes lo que vas a pagar mes a mes durante toda la vida del préstamo. Esto te permite planificar mejor tus finanzas, sin la incógnita de cuánto pagarás por la hipoteca al año siguiente.
Por el contrario, las hipotecas a tipo variable pueden ser más baratas, pero suponen un riesgo añadido que no controlas tú: lo hace el Euribor. Eso sí, si desde el principio tienes claro que vas a amortizar parte del préstamo en algún momento, te permitirán ajustar mejor el momento para obtener más ventajas.
¿Conviene amortizar ahora la hipoteca?
Amortizar la hipoteca consiste en adelantar parte o todo el préstamo. Lo más habitual es que quieras hacerlo para:
- Pagar menos intereses y ahorrar dinero.
- Eliminar parte de tus deudas para vivir más tranquilo.
En este sentido hay algo que debes tener claro: siempre que adelantas parte de la hipoteca ahorras dinero porque se reducen los intereses que pagas. La clave es tener claro cuánto en total y si hay opciones mejores para tu dinero. Ahí es donde el tipo de interés del préstamo tiene mucho que decir y, si es a tipo variable, también el Euribor.
En un entorno de tipos de interés cercanos al cero por ciento lo más habitual es que no compense amortizar la hipoteca porque el ahorro que lograrás a largo plazo será muy limitado.
Vamos a verlo con un ejemplo. El punto de partida es una hipoteca en la que resten por devolver 100.000 euros en diez años a un tipo final del 1% una vez incluido el Euribor (ahora mismo sería una hipoteca a Euribor +1% de diferencial) en la que queremos adelantar 20.000 euros. ¿Cuál sería el ahorro total? 1.038 euros si reduces cuota que pagas cada mes y mantienes el plazo y 1.907 euros si reduces el plazo del préstamo (más adelante te explicamos cómo elegir entre ambos).
En ambos casos parece una buena cantidad, pero ¿Es la mejor decisión para tu dinero? ¿Podrías hacer algo mejor con él? Es posible. En teoría, la forma de tomar esta decisión es enfrentando este ahorro a lo que podrías conseguir si decides invertir ese dinero. Por eso mismo suele decirse que cuando los tipos son bajos, como en el entorno actual, amortizar la hipoteca no compensa.
¿Y cuándo suba el Euribor? Entonces sí que puede tener sentido adelantar parte del préstamo.
Sin embargo, como ocurre al decidir entre una hipoteca a tipo fijo o variable, ni todo son números ni todos los números cuentan toda la historia. Por un lado, no todas las inversiones son igual de rentables ni tampoco igual de seguras. Por otro lado, tu perfil de riesgo como inversor tiene mucho que decir aquí.
Para que lo entiendas mejor, al amortizar la hipoteca consigues un ahorro seguro, pase lo que pase. Siendo así, lo más justo sería comparar esa operación con productos igual de seguros, como por ejemplo un depósito y según los datos del Banco de España (BdE) su rentabilidad es de apenas el 0,02%. En este caso, amortizar hipoteca saldría ganando.
Por desgracia, tampoco es exactamente así. Si tienes una visión a largo plazo podrás arriesgar un poco más y entonces sí que se abren opciones más interesantes para tu dinero, aquellas que pueden ofrecer rendimientos superiores al tipo de la hipoteca. Con esto en mente sí que puedes usar el tipo de tu hipoteca como referencia para tu decisión, aunque sin perder de vista factores personales como la tranquilidad de saber que te queda menos hipoteca por pagar o la posibilidad de no llegar tan justo a final de mes si amortizas cuota en lugar de plazo.
¿Cuota o plazo? Cuál es más rentable
Al adelantar parte de la hipoteca puedes elegir entre dos opciones:
- Reducir la cuota y pagar menos cada mes manteniendo la duración inicial de la hipoteca.
- Reducir el plazo de la hipoteca y mantener la cuota. Es decir, pagarás lo mismo cada mes, pero durante menos tiempo.
¿Cuál de las dos es más rentable? Con la calculadora en la mano, la segunda. Amortizar plazo supone un ahorro mayor. No obstante, puede no ser la mejor opción.
Una vez más, hay otros factores que debes considerar. El primero tiene que ver con la flexibilidad. Reducir cuota te permite pagar menos cada mes y te da opciones para decidir qué hacer con ese dinero.
Puedes invertirlo y obtener una rentabilidad adicional. Por poder, puedes incluso ahorrarlo y usarlo para amortizar otra vez parte de la hipoteca y reducir plazo si quieres.
Por el contrario, si reduces el plazo de la hipoteca nunca tendrás esas opciones porque difícilmente podrás alargar de nuevo la duración del préstamo.
El segundo está relacionado con esa rentabilidad que puedes obtener por el dinero y que nunca se incluye en este tipo de cálculos. Una vez sumada, es fácil que a largo plazo el rendimiento total de reducir cuota supere al de reducir plazo.
Por último, un consejo más si estás pensando en amortizar la hipoteca. Cuanto antes lo hagas, más ahorrarás.