Unas maletas que se pierden; un vuelo anulado; una enfermedad inoportuna; un robo inesperado… este no suele ser el recorrido mental que sueles hacer cuando preparas un viaje ¿verdad? Sin embargo, disfrutar de la lista que todos hacemos -rutas, paisajes, monumentos, restaurantes, tiendas, hoteles, espectáculos…-, pasa por no perder de vista los imprevistos que pueden surgir.
Pequeños grandes sustos
Cuando estamos lejos de casa cualquier pequeño percance se puede convertir en un importante disgusto, tanto para nuestro bienestar personal como para nuestra cartera. Un simple cuadro gripal o un tropiezo en una escalera te podría salir por varios miles de euros si tuvieras que afrontar los gastos de una hospitalización o de un traslado desde otro país; y peor todavía si tuvieras que asumir los costes de perder un avión o de tener que adelantar el regreso. La barrera del idioma es, además, para muchas personas otra dificultad añadida. Los seguros de viajes existen precisamente para dar respuesta a todas estas situaciones.
Un seguro a la carta
Estos seguros no son de carácter obligatorio, pero como ves son más que recomendables. En función del tipo de viaje que hagas podrás ajustar las diferentes coberturas a tus necesidades. No es lo mismo irse a una playa de tu propio país que a un resort en un destino lejano y exótico. Ten en cuenta que además de los viajes de turismo, también podrías tener que desplazarte por trabajo o estudios. A la gripe o al carterista no les importa si vas a hacer fotos, a hacer negocios o a aprender otro idioma.
Garantías más solicitadas
Para tu información, las garantías más solicitadas son: asistencia médica, que suele incluir los gastos de desplazamiento y alojamiento de un acompañante del asegurado en caso de hospitalización y el envío de medicamentos y repatriación; pérdida o robo de equipaje, que te asegura una indemnización y asesoramiento en la denuncia en caso de robo, y asistencia para localización y envío de tus maletas en caso de pérdida. Y, por último, cancelación del viaje: esta garantía te permite anular el viaje sin coste siempre que la causa esté dentro de las condiciones de la póliza (enfermedad, fallecimiento de un familiar, citación judicial, etc…).
Hay casi tantas fórmulas como destinos, pero lo más importante es sentirte protegido para que tu única preocupación sea la de disfrutar. ¡Bon voyage!