La crisis del coronavirus se ha convertido en un simulacro forzoso para incorporar el teletrabajo a nuestras vidas: según el Instituto Nacional de Estadística, sólo un 7% de los profesionales españoles trabajaba habitualmente de esta manera antes del confinamiento. Un porcentaje que, sin duda, se ha disparado en estas semanas.
Esquema ganador
Es probable que el aterrizaje en este nuevo escenario haya sido complicado para muchos. Pero, en general, nos hemos adaptado muy rápido. Y los expertos advierten: el teletrabajo ha venido para quedarse. Disfrutar de las múltiples ventajas de trabajar en remoto pasa por tener un esquema claro con tres patas: seguridad informática, herramientas tecnológicas y equilibrio personal-profesional.
Tu ordenador es tu castillo
En cuanto a la seguridad, la gran recomendación es que las empresas deberían utilizar una conexión de internet privada para preservar sus datos e información. Es lo que se conoce como VPN. El Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) ha lanzado #CiberCovid19, una campaña que pretende ayudar a ciudadanos y empresas a mejorar su ciberseguridad.
Una necesidad, una herramienta
Estos días se han convertido también en un cursillo acelerado de “tecno-herramientas”. Para sincronizar flujos de trabajo, los populares servicios en la “nube” (Google Drive, Dropbox, iCloud, etc…) representan la opción más sencilla para compartir archivos, mientras que WeTransfer se impone como la forma más rápida de envío de grandes archivos. Si se trata de herramientas enfocadas a llevar un control de proyectos, Slack, Trello, HeySpace o Yammer permiten asignación y seguimiento de tareas, monitorizar progresos, configurar fechas límite, gestionar usuarios… Son gratuitas y muy intuitivas.
Pero si hay aplicaciones en las que a estas alturas del confinamiento ya eres experto, esas son las dedicadas a las reuniones: Skype, Duo, Hangouts, GotoMeeting, ooVoo, Zoom Meeting o, incluso, las vídeollamadas a través de WhatsApp se han convertido en nuestro día a día profesional y personal.
El equilibrio es clave
Precisamente, para que ambas esferas permanezcan equilibradas es importante evitar que el teletrabajo te coma. Fundamental: establecer horarios estrictos (que puedes negociar con tu empresa para adaptarlos a las circunstancias de tu hogar); delimitar tu jornada de trabajo para no estar permanentemente conectado; acondicionar tu espacio; hacer pausas y descansos…
La tecnología es un gran apoyo pero, para que puedas, incluso, disfrutar en esta nueva situación, debes añadir seguridad y organización en tus horarios. ¡Buen teletrabajo!