Regular las luces, la temperatura o activar las alarmas puede hacerse incluso sin necesidad de mover un solo dedo: los asistentes virtuales como Alexa o Google responden a nuestra voz y pueden conectarse con el control de estas funcionalidades para hacerlas más directas, inmediatas y sencillas. Entonces, ¿por qué no aprovechar esta tecnología para poder comunicar incidencias del hogar a nuestras compañías aseguradoras a través de estos dispositivos?
“OK Google, activa mi póliza antirrobo”
Se trata de un paso más en la digitalización de las compañías aseguradoras para que los clientes puedan tener experiencias de última generación. Ya no sólo podemos pedir a los asistentes de voz acciones como “OK Google, enciende las luces del salón” o “Alexa, cierra la puerta del garaje” sino pasar al “OK Google, quiero comunicar una avería al seguro de casa” o “Alexa, activa mi póliza de seguro antirrobo”.
Alexa te aconseja
Facilitar el diálogo con los clientes y los internautas a través del canal digital, promover la accesibilidad, la interacción y la cercanía y reducir los tiempos de espera de los clientes y el número de llamadas son las grandes ventajas de esta fórmula. Estos servicios se basan en la inteligencia artificial por lo que el sistema aprende en cada interacción con el cliente, de forma que irá entendiendo y gestionará mejor las consultas, en un proceso de constante evolución. Además, estos asistentes son capaces de registrar nuestros hábitos y preferencias para hacernos recomendaciones a la hora de optimizar los consumos, mejorar la seguridad o el confort en nuestras viviendas o encontrar las fórmulas aseguradoras más acordes con nuestras necesidades.
Poniendo en valor el elemento humano
Esta transformación digital quiere compatibilizar la tecnificación con el mantenimiento del componente humano que siempre ha estado presente en la relación con el cliente. De hecho, gracias a esta tecnología, los agentes pueden liberarse de las llamadas más sencillas y centrarse en la atención de las incidencias más complejas en la que el asegurado no sólo necesita una gestión administrativa sino la atención de un agente que le guíe en el proceso.