El sector asegurador no es ajeno a los riesgos de esta brecha que afecta a personas de edad avanzada, a colectivos culturalmente o socioeconómicamente desfavorecidos que no tienen un acceso fácil a la tecnología o, sencillamente, a personas que no terminan de sentirse cómodas con esta nueva forma de operar. Desde hace años, el sector vive inmerso en un proceso de transformación digital gracias al que, por ejemplo, se pueden emitir partes a través de una app, se realizan videoperitaciones o se puede conversar con un chatbot. ¿Objetivo? Comprender las preferencias de los clientes, responder a sus preguntas y ofrecer productos adecuados a su perfil con inmediatez y al mejor precio. Eso sí, sin dejar a nadie atrás.
Atención personal y cercanía
Para ello, en el ámbito de los seguros existe la figura del mediador que atiende personalmente al asegurado. Es cierto que existen compañías que solo operan online, pero incluso, en esos casos, el asegurado puede contactar con un teleoperador que recogerá y canalizará la petición del cliente. Cabe destacar que la mayoría de las pólizas en España se hacen a través de agentes y corredores de seguros a los que el usuario siempre puede dirigirse en caso de tener cualquier duda.
La España vaciada
Para el seguro es fundamental estar físicamente cerca de su cliente. Y un buen ejemplo de ello es que el sector se ha convertido en un importantísimo vertebrador social, dada su presencia en cada rincón del país, reforzada en la llamada España vaciada, por ejemplo, en provincias como Burgos, Teruel, Ourense, Cuenca o Jaén, donde existen más puntos físicos de compañías aseguradoras por cada 1.000 habitantes de todo el país.
La digitalización ayuda, simplifica y permite que la experiencia de cliente pueda personalizarse al máximo, pero el sector entiende bien que es una opción, nunca una exclusión. Los expertos aseguran que las empresas aseguradoras más exitosas ganarán y retendrán a sus clientes reinventando su sistema operativo para apoyar un modelo phygital basado en una mezcla de presencia física e interacción digital en el que todos los usuarios tengan cabida.